No me importa la sangre (Hermione y tu)

CAPÍTULO 48

Me desperté con Hermione, que aún estaba durmiendo abrazada a mí. Miré la hora y eran alrededor de las 10 de la mañana. 

Le empecé a dar besos en la cara y en el cuello para despertarla. Abrió sus ojos y una sonrisa apareció en su cara y otra se dibujó en la mía.

̶ Podría acostumbrarme a despertar así ̶ dijo con voz aún dormida.

̶ ¿Despertarte con besos? ̶ le dije juguetona.

̶ Exacto ̶ nos empezamos a reír ̶ ¿qué hora es?

̶ Las 10:00, ¿bajamos a desayunar?

Hermione asintió y nos vestimos, no sin antes ducharnos para quitarnos todos los rastros de ayer, sobre todo Hermione. 

Salió del baño con una camisa y unos pantalones de chándal, miré hacia Hermione y no pude evitar fijarme en su cuello y empecé a reírme.

̶ ¿Qué te hace tanta gracia? ̶ me preguntó.

̶ Suerte que no te han visto tus padres ̶ Hermione me miró confusa ̶ habría que taparte un poco esas marcas del cuello, si no, igual me matan ̶ le dije señalando su cuello y levantándome de la cama, Hermione se fue rápido a un espejo .

̶ ¡¿Qué narices hiciste?! ̶ sonreí y levanté los hombros poniendo cara de ángel ̶ ¿cómo lo tapo?

̶ Me sé un hechizo para tapar marcas.

̶ Parece que algo me comió a noche ̶ me dijo acercándose a mí.

̶ Es que te veías demasiado apetecible ̶ dije mordiéndome el labio inferior ̶ no es mi culpa que sepas tan bien.

Cogí mi varita e hice el hechizo sobre el cuello de Hermione, al instante las marcas desaparecieron, por suerte eran muy superficiales y se iban rápido. 

Hermione me regaló una sonrisa y quitó los hechizos para salir de la habitación. Bajamos y sus padres no estaban, solo había una nota en la nevera:

"Hemos tenido que salir por un tema de la consulta, volveremos lo antes posible, tenéis el desayuno en la nevera. Por cierto, Hermione, compra pan.

Mamá"

Abrimos la nevera y cogimos lo que nos había dejado Jean. Tuvimos un pequeño desayuno romántico. Después Hermione fue un momento a la panadería de al lado de su casa. 

Me quedé sola en la casa y empecé a pasear. Llegué al salón, donde había visto antes un piano en un rincón. Me senté en el pequeño taburete que había y pasé los dedos por las teclas. Me perdí en mis pensamientos mientras miraba mi brazo izquierdo.

Flashback (narrador omnisciente)

Era un día tranquilo en la mansión Malfoy cuando una Aria de 7 años estaba corriendo mientras lloraba buscando a su madre. 

Como muchos días, Lucius la había castigado a su manera dejando una fea marca en su brazo izquierdo. La encontró en la sala de estar, tocando un precioso piano blanco. Se acercó a ella despacio.

̶ Mamá ̶ le dijo a Narcissa llamando su atención ̶ ¿qué haces?

̶ ¿Qué ha pasado cariño? ̶ le preguntó la mujer, Aria le enseñó su marca y su mirada se ablandó entendiendo lo que había pasado ̶ estoy tocando el piano, ¿quieres probar?

La pequeña asintió y su madre le dejó espacio en el banquito. Le ayudó a tocar unas letras y luego una canción. Aria aprendía rápido, parecía como un don. Narcissa miraba a su hija orgullosa.

̶ Lo haces muy bien pequeña. Sigue practicando y lo dominarás en seguida ̶ le dijo sonriendo.

̶ Gracias mamá ̶ dijo Aria sonriente.