#12

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POV'S SURYAN 


Me remuevo en la cama debido a la luz que alumbra la habitación. Extiendo los brazos y siento un cuerpo a mi lado. — Nataly — murmuro. Solo ella dormía en mi habitación, solo ella entraba en mi espacio personal pero.... Solo Nataly había muerto. 


Abro los ojos de golpe y encuentro un pequeño cuerpo tendido a mi lado. Remuevo el cuerpo del pequeño sujeto que ha invadido mi espacio. — ¿Cómo mierda entraste? — murmuro entre dientes. 


Se restriega los ojos y me mira. — Los hombres que estaban haciendo guardia me dejaron entrar — levanta las sabanas hasta que tapan su cara. 


— Nyan, no puedes entrar a mi habitación así como así sin comentármelo — se encoje de hombros y le resta importancia — Eres mi padre por edén es mi habitación — susurra. 


Empiezo a hacerle cosquillas quitándole la sabana de la cara — No puedes — empieza a reírse con grandes carcajadas — Para — me golpe las manos. — Si prometes no volver a entrar — cosquilleo su pequeña pancita — Eso será imposible — dejo de hacerle cosquillas. 


Sonrío mirándole — Tu si que eres imposible — me levanto de la cama y me estiro. Me mira sorprendido — ¿Qué significan esos tatuajes? — señala mi estomago. — ¿Cuál de todos? Este — señalo el ojo en el centro de mis pectorales. — Si — se acerca a mi. 


— Este ojo todo lo ve. Podría decirse que es el que me ayuda a mantenerme cuerdo cuando estoy pasando una mala racha. — recuerdo el día en que me lo hice. 


— Yo también quiero uno de esos — se para frente a mi, es tan enano que ni siquiera me llega a al estómago. — Pues te lo hacemos esta tarde pero no te prometo que no dolerá — camino hacia la puerta de la habitación para coger el albornoz. Lo coloco en mi cuerpo y abro la puerta, miro a mis guardias con mala cara. Son unos gilipollas. 


— Llamen a Hunter y díganle que venga a duchar a mi hijo que saldremos — ordeno y vuelvo a  abrir la puerta — Y luego resolveremos asuntos nosotros 3 — señalo a los guardias y cierro la puerta tras de mi. 


Sonrío mirando al pequeño — Hunter vendrá a bañarte — cruzo por su lado y entro al baño. Me sigue detrás, lo ojeo a través del espejo. — Quiero que me bañes tú — se empieza a quitar la ropa. 


— No hago esas cosas, así que espera a que él venga — abro la llave de la ducha dejando que se llene la bañera. Cuando vuelvo a mirar a mi hijo esta completamente desnudo ante mi. Hay que admitir que no esta para nada desarrollado. 


— A ver si para cuando cumplas 10 tienes eso más grande — señala su diminuto pene. Suelta una risita nerviosa — Creo que a mi edad lo tenías mas pequeño — se mete a la bañera salpicándome. — Ahora tengo 26.3 centímetros así que imagínate — me limpio el rostro lleno de agua. — No se cuanto son 26.3 centímetros pero si se que esto es incomodo. Así que hablemos del tatuaje que me harás — se tira agua a la cara. 


Alguien toca la puerta de mi habitación. Salgo del baño y me dirijo a la puerta, la abro y me encuentro con la grata sorpresa de que es Hunter. — ¿Dormiste bien? — aprieto los puños. Este lo nota por lo que se toca la parte trasera de su cuello. — Señor puede traer al pequeño — murmura con nerviosismo — ¿Por qué no entras tú a cogerlo? Ya que han desobedecido todas mis reglas porque no desobedeces esta también — argumento con broma en la voz. 


— Ya se ha entrado a la ducha así que ya se bañará aquí pero para la próxima estate pendiente a él y dúchalo a su hora antes de que entre a mi habitación. — murmuro cerrando la puerta tras de mi. 


Camino al baño y me encuentro al mocoso echándose el shampoo en la cabeza. — Cuidado que eso te puede dejar sin vista — le quito el pote y lo pongo en su sitio. Le echo agua en la cabeza sacándole la espuma. — Papá me pican los ojos — empieza a restregarse las manos por los ojos. — Espera un momento, joder — empiezo a ponerme nervioso, estoy todo lleno de agua en la cara y shampoo en el albornoz. 


Al cabo de unos momentos dice que ya no le duele. Me alejo para buscar una toalla y entregársela. — Espérame en la habitación — le echo del baño con un pequeño empujón para yo poder entrar a la ducha. 


*


Al cabo de unos minutos salgo con una toalla envuelta en mi cintura. Le observo mirando por la ventana con melancolía. Frunzo el ceño y me adentro al armario, escucho sus pequeños pasos detrás de mi. Abro las puertas del enorme armario, tomo un chándal color negro y empiezo a ponerme el bóxer. Miro al niño que me observa con admiración — Sé que soy guapo pero deja de hacer eso. — pestañea y me mira a los ojos. Sonríe. 



Acabo de ponerme el chándal y camino al armario de los calcetines, tomo uno de los más altos y cruzo por el lado de los tenis tomando unos. — Nunca me verás vestido así pero como hoy saldré contigo pues me pongo la ropa más fea que tengo. — le saco la lengua con burla, él hace lo mismo y se levanta de la cama. 


Me echo perfume y salgo de la habitación con el detrás. Camino a su habitación y entro, voy directo a su armario para tomar algo parecido a lo mío. Encuentro lo que buscaba y se lo paso — ¿También quieres que te vista? — pregunto sentándome en su pequeña cama. 


— Puedo solo — abre el cajón de bóxeres y calcetines. Me detalla y saca lo que buscaba, empieza a cambiarse bajo mi atención — Sé que soy guapo pero podrías dejar de mirarme — repite lo que hace nada había dicho. Le resto importancia y cuando veo que ya ha terminado se acerca a mi. 


— ¿Estoy bien? — señala su vestimenta. Tiene un calcetín más arriba que otra — Ven aquí — lo tomo en brazos y lo siento en la cama. Arreglo sus calcetines y peino un poco su cabello. — Ahora si — me acerco a la puerta y la abro. 


Del otro lado encuentro a algunos de mis guardias y les miro con cara de pocos amigos. Salgo corriendo a mi habitación y tomo el arma de la cajonera de la mesita de noche. Vuelvo al lado de Nyan y nos disponemos a bajar las escaleras. — Creo que las armas se llevan en los bolsillos o en la parte baja de la espalda — Murmura Nyan cuando ya ha bajado todas las escaleras. 


Los guardias de mi habitación vienen detrás nuestra y cuando Nyan cruza el marco de la cocina les disparo en la cabeza — Eso es por desobedecerme — susurro entrando en la cocina también.  



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Sí, Suryan es un mal ejemplo. Piensa tatuar a un niño de 8 años pero él no sabe cuales son los tratos de un padre a su hijo ya que él se la pasaba matando animales cuando era menor de edad. 


Feliz Domingo 



La Mafia Rusa II (COMPLETA) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora