Familia

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Louis / narración.
Mi familia es muy numerosa, tanto así que resultaba complicado para mi madre mantener una estabilidad económica en casa. Mi madre es soltera.

Aunque trabajaba muy duro, la mayoría del tiempo debía recurrir a turnos dobles para poder llevar alimento suficiente, teniendo 4 hijos todo se vuelve complicado.

Nuestra rutina era así, mamá siempre fuera de casa para poder mantenernos.

"Moriré de agotamiento si es necesario con tal de que mis bebés nunca carezcan de nada". Repetía siempre que se le cuestionaba sobre excederse en el trabajo.

La verdad era que la edad la alcanzaba y ella no quería aceptarlo, era lógico que todo ese esfuerzo y sacrificio era demasiado para ella.

Se le notaba muy agotada, dolores de pies, espalda, cabeza y todos los días era lo mismo.
Era extraño cuando la veía comer adecuadamente "no te preocupes por mí Louis, estoy bien, he comido en la oficina, tú encárgate de tus estudios" me lo sabía de memoria...

[...]

Estaba en la escuela, para ser exactos en clase de física, cuando una de las trabajadoras sociales entró al aula con un permiso para sacarme de dicha clase y llevarme a dirección.

Durante el camino no me comentó nada y yo tampoco me preocupaba mucho, no era un chico que me metiera mucho en problemas, así que pensé que no era nada de qué preocuparse, seguramente el director me había llamado para algo referente al fútbol, no era extraño que lo hiciera, era algo de rutina se podría decir.

Cuando llegamos a la dirección, la trabajadora me pidió que tomara asiento.

-Pequeño, no quiero que te preocupes, quiero que tomes esto con calma, ¿de acuerdo?

Comencé a impacientarme. ¿Qué significaba que no me preocupara?, eso solo quería decir que era algo de lo que me iba a preocupar y no era nada bueno.

¿En qué están pensando cuando creen que diciéndote "no te preocupes" no te preocuparás?, era lo más estúpido que había escuchado en mi vida, y vaya que eso ya era mucho, hablando de que viví con mi padre 11 de mi corta y miserable vida y siendo mejor amigo de Niall, quien de 10 palabras dichas, 9 eran tonterías. Se podría decir que tenía experiencia ... la voz de la trabajadora social interrumpió mis pensamientos, suelo vagar en mi propia mente, sobre todo cuando estoy nervioso.

 -Pero acaba de llamar tu hermana, Lottie, ha dicho que tu mamá se ha puesto mal saliendo de su primer turno y está en el hospital, no sabemos nada más.

No sabía porqué pero en mi mente corrían imágenes de mi madre tumbada en el sillón cada madrugada, recordaba los trapos mojados que ponía en su frente para aliviar los dolores.

Toda la preocupación que había tenido desde hacía ya unos meses se juntó en ese momento.

Sentí palidecer, las piernas parecían fallarme, mi mente estaba en blanco, ahora ni siquiera estaba divagando, por un segundo sentí mi mundo derrumbarse y sin decir palabra alguna salí corriendo hasta la salida.

La trabajadora corría detrás mio.

-Louis, espera, no puedes irte así, vamos, no corras tan rápido, vas a caerte.

De nuevo, ¿ven a lo que me refiero?, "¿vas a caerte?" ¿En serio? ¡qué comentario tan estúpido!

Fingí no escucharla, honestamente no me interesaba escucharla, sin ánimos de ofender, claro, pero habían cosas más importantes, claramente y si no iba a ayudar, al menos que no estorbara "más ayuda el que no estorba".

Perdido En Tu OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora