Capítulo 9:
17 de septiembre del 2015
Era jueves por la tarde ya, no tenía ni una semana aquí y ya me moría de aburrimiento cada vez que me sentaba en un pupitre y solo quería escapar de aquí así tuviera que saltar por una de las ventanas... Ya saben, el típico efecto que causa la escuela en un adolescente promedio. Estábamos en clase de química orgánica, nos mandaron unos problemas para resolver en una hoja de examen, los cuales resolví en segundos sin ningún problema pero que aún no quería entregar. Siempre que terminaba con tanta ventaja una evaluación, me mandaban a salir y esperar a que los demás terminaran. Mi asiento estaba justo al frente de una ventana que daba al campus de la universidad, un par de días aquí me fueron suficientes para darme cuenta de que amaba este lugar y todo lo que venía con él, la vista que tenía desde este mismo puesto, lo genial que era la gente, todo...
Después de terminar la hora de química orgánica, los de la división intelectual del programa teníamos una hora libre mientras que los de la división atlética tenían practicas continuas, por lo que Mike no estaba por aquí para pasar el rato. Ni siquiera esa chica Antonella, con la que no había podido hablar más. Allí estaba yo, sentado a la sombra de un árbol escuchando música de mi viejo Ipod con mis audífonos y abro un paquete de Carlotinas que había metido en mi bolso desde esta mañana.
Después de unas 6 canciones, seguía recostado a la sombra de uno de los varios robles que se encuentran en el campus sin quedarme completamente dormido, cuando siento que alguien se lanza bruscamente a mi lado. Y allí estaba, sentada en posición india justo al lado mío, jugueteando y desarmando un celular internamente sin parecer percatarse de mi presencia a pesar de que ella fue la que se acercó a mí. Luego de unos segundos de que yo no dijera nada, ella voltea y se da cuenta de que la estoy viendo posiblemente como un imbécil que se acaba de despertar.
- Oh! Pensé que estabas dormido.- me dice mientras vuelve a poner las piezas que le había sacado al celular que traía las manos en un orden que estoy seguro que no era el original.
- Hey, hola.....eh.... Raquel?- Digo yo, tratando de recordar su nombre, supongo que la supuesta memoria eidética no funciona tan bien cuando estoy medio dormido.
- Soy Rachel.... pensé que te acordarías mejor de los nombres de las chicas con las que te tropiezas minutos antes de entrar a una clase.- Dice la chica mientras toquetea un cableado interno del teléfono hasta que parece haber terminado. –No eres alguien muy sociable, eh?
- Oh gracias, no sabes lo mucho que nos gusta a los pocos sociables el que nos recuerden que somos poco sociables.- Digo sarcásticamente.
- Oye, disculpa, solo trataba de.... Cuidado!.- Dice Rachel a lo que se tira el piso cubriéndose la cabeza con las manos.
Yo inocentemente volteo a ver qué pasa, cuando siento el impacto de golpe... Un impacto duro que me deja la cara manchada con una sustancia pegajosa y con un olor no tan agradable, un huevo definitivamente. No tuve mucho tiempo para reaccionar luego del primer golpe, era toda una tormenta, a pesar de que parecían venir de todas direcciones y que nunca iban a terminar, Rachel y yo encontramos un punto aparentemente ciego al fuego. Después de respirar un poco, pude ver bien la situación; desde la parte alta de los edificios que rodeaban el campo estaban varios alumnos, lo suficientemente mayores para suponer que era estudiantes "normales" y por el modo en el que lanzaban los huevos se podía notar fácilmente que estaban dirigido específicamente a los alumnos del programa.
Para mi desgracia, uno de los huevos que da en el suelo pega contra mi Ipod, lo tomo al instante, lo intento medio limpiar y me percato de que la pantalla ahora tiene una rajadura....
- Desgraciados! Rompieron mi Ipod!- Grito y maldigo mientras trato de evitar los huevos con un cuaderno y le doy uno a Rachel para que me cubra la espalda.
Yo nunca he tenido grandes reflejos por lo que igual varios huevos me terminaban pegando de frente e incluso un par me pego por detrás por lo que supongo que Rachel tampoco era muy buena en esto. Después de casi un minuto entero de recibir huevazos, los alumnos veteranos que nos atacaban parecieron dar un alto al fuego, desde mi ubicación pude ver a un chico musculoso de unos 19 años que vestía con una chaqueta escolar de futbol observando en todas direcciones como verificando que todos los nerds del programa estábamos cubiertos de yema de huevo. Había visto a este chico antes, creo que era uno de los que estaba con Mike el día que hicimos el examen del programa, obviamente no sabía su nombre. Después de que parece estar satisfecho con lo que hizo, el tipo junto a un grupo de alumnos veteranos se van en dirección a la zona deportiva con más cartones de huevos en la mano.
- ¿Qué mierda fue eso de allá?- Digo mientras me limpio lo mejor que puedo con una toalla que Rachel había sacado de un locker, que por la manera en el que lo abrió dudo que fuera de ella.
- ¿Qué? ¿los veteranos y su pequeña jugarreta? Es como una tradición aquí, los que ya están como tal en la universidad le hacen una broma a los nuevos alumnos.- Me explica ella mientras parece estar más concentrada en limpiar el celular que estaba manoseando que a ella misma. Siempre es algo estúpido como poner un animal muerto en el salón del programa o lanzarle huevos a los novatos.
- ¿Y ya? ¿Nos quedamos así? ¿Los profesores no deberían decir algo o que se yo?- Digo yo, ingenuamente mientras me trato de quitar las yemas de huevo de mis tenis.
- Pues si, que parte no entiendes? Es una tradición! Cálmate cerebrito, ya el próximo año será nuestro turno.- Dice ella mientras limpia sus lentes medio hipsters después de haber terminado con su raro celular.
- Oh, claro que no... Esos malditos rompieron mi IPod, no se pueden quedar así como así.- digo mientras guardo la toalla sucia en el locker.- Hay que vengarnos...
- No podemos, a nosotros si nos regañarían si nos descubren.- Dice ella mientras se pone los lentes
- ¿Por qué habrían de descubrirnos?
Ella se lo piensa un rato pero tras ver creo que por primera vez toda su ropa llena de yemas de huevo, accede.
- De acuerdo chico listo, ve a tu habitación, cámbiate o algo, nos vemos aquí mismo a la noche... Creo que tengo un buen plan.... Y por dios! Necesito una ducha!- Dice ella angustiada mientras corre al ala este, supongo que a su habitación.

ESTÁS LEYENDO
MetaHumanos
Science FictionJóvenes prodigios de todos los paises, dotados de grandes dones para diferentes tipo de actividades, son llamados a la universidad de Harverton para explorar sus habilidades y desarrollarlas al máximo posible. Pero cierto grupo de Prodigios podrán...