Bajo la Luna y el Sol ☪️ JaeYong

7

El beso es dulce y un poco incómodo. También es casto, pero a Taeyong realmente no le importa. Habrá otros besos, mejores besos, y habrá tiempo para que JaeHyun aprenda, mejore (ambas cosas le encantan).

Este, sin embargo, podría ser su primer beso. Probablemente lo sea.

Taeyong nunca pensó en preguntarle a JaeHyun qué hacía antes, si tenía a alguien más, un novio, una novia, un flechazo, una primera cita. Un primer beso. No sabe si está listo para asumir la responsabilidad de ser el primero en todo de JaeHyun, sobre todo porque, para muchas cosas, JaeHyun también será el primero.

Es confuso y un poco aterrador, ser el único que sabe qué hacer y aún no tiene idea de qué hacer, pero Taeyong quiere permitirse ser valiente, esta vez. Quiere permitirse tener esperanzas. Creer que lo van a resolver, de alguna manera.

El beso no dura lo suficiente como para convertirse en algo más que un beso vacilante y torpe. JaeHyun lo interrumpe primero y mira a Taeyong con ojos increíblemente grandes. Todavía está sonrojado y ruborizado por toda la sangre que debe haber bebido en la cena, aunque el calor de su piel está disminuyendo lentamente. Mira a la garganta de Taeyong, y luego a su pecho, donde Taeyong es consciente de que su corazón late con furia. Casi se sonroja, pero no hay suficiente sangre en él para hacer eso.

—Eso fue... algo—Dice, tartamudea.

Eso fue algo de hecho, algo diminuto y pequeño y aparentemente anticlimático, y al mismo tiempo lo suficientemente grande como para hacer que Jung JaeHyun pareciera nervioso, como si acabara de hacer el mayor descubrimiento de su vida. Taeyong no sabe cómo se ve él mismo, pero se siente... seco. Estrujado y enloquecido, se ahogó y resurgió. Tal vez, en lugar de quebrantar a JaeHyun, él fue el que estaba roto y ahora necesita recoger los pedazos y recuperarse de nuevo.

Por un momento están en silencio, el aire entre ellos pesado y denso, como si se ahogaran en pegajoso algodón de azúcar, borrachos de azúcar y sin poder respirar.

—¿Cómo fue?— Taeyong pregunta, antes de que pueda detenerse. Hay una repentina caída de preocupación en su cuerpo, a la altura de su diafragma y cayendo, más bajo, diminuto y pesado, curvándose en su estómago como mariposas ansiosas. No sabe de dónde viene, este miedo repentino de que JaeHyun, su JaeHyun, fuerte y familiar, siempre ahí para Taeyong, se convierta en un extraño frente a sus ojos. Es una cosa tan estúpida de pensar, que un momento es suficiente para cambiar todo, que puede haber una Marca de un antes y una Marca de un después del beso y que van a ser personas completamente diferentes, que la Marca de después del beso es alguien que Taeyong aún no conoce y que, a diferencia del otro JaeHyun, intentará herir los sentimientos de Taeyong. Es estúpido y, sin embargo, Taeyong lo cree de todos modos, su corazón construye castillos de arenas movedizas y dudas en el lapso de un latido.

Pero luego JaeHyun parpadea, una, dos veces, confundido, y grita un:

—¿Qué?—Su voz se quebró como probablemente lo hizo la última vez cuando era un adolescente, sus ojos parpadeando hacia los labios de Taeyong nuevamente. Él lame los suyos distraídamente y Taeyong piensa algo cursi como él está probándome en sus labios y se sonroja por lo cursi que es, por la atmósfera estúpida del primer beso en una novela romántica y los ojos de JaeHyun están puestos en él otra vez, y... Y este sigue siendo JaeHyun, el JaeHyun que Taeyong conoce, el torpe nerd, el guapo perdedor, la persona de la que Taeyong se enamoró. No es un personaje principal inquietante de un drama. Y este sigue siendo Taeyong, quien ciertamente no es su heroína en apuros. Esta situación es tan estúpida que Taeyong se encuentra reprimiendo la risa histérica que burbujea en su garganta.

—Esto es tan vergonzoso—Murmura en su lugar. Se cubre la cara con la mano, sintiéndola arder en su propia piel, bajo los ojos de JaeHyun. Esta vez, ambos están siendo patéticos—Deja de mirar, monstruo.