Bajo la Luna y el Sol ☪️ JaeYong

0.5

—¡Taeyong, Taeyong!

Taeyong se estremece, de repente se aleja del mundo de los sueños, y luego sisea al sentir el agua fría empapando la parte delantera de su suéter y su regazo. Le duele la cabeza y una mancha de humedad se está extendiendo por su entrepierna.

—¡Lo siento, no quería despertarte!

Él mira, confundido, a uno de los estudiantes de primer año que lo está ayudando con la transcripción del laboratorio.

—Winter—Murmura—¿Qué pasa?

Él mira a su alrededor en busca de una servilleta y ella rápidamente sostiene una para él, estirando la mano para recoger la taza que Taeyong había derribado cuando se despertó, pero el daño ya está hecho. Al menos JaeHyun es lo suficientemente rico como para no importarle que Taeyong haya sacrificado un buen par de sus jeans por una taza de té verde.

—Es casi medianoche, todos se han ido. El guardia de seguridad vino a decirme que cerrarán pronto—Taeyong parpadea, aún más confundido. Una mirada rápida al exterior le muestra que, de hecho, está muy oscuro, las estrellas se asoman tímidamente detrás de las nubes naranjas y grises.

Joder, piensa, tomando su teléfono de la mesa y mirando la hora. Once cuarenta y seis + seis llamadas perdidas de JaeHyun, más al menos trescientas nuevas notificaciones de Kakaotalk. Mierda.

—Lo siento, Winter, me quedé dormido. ¿Terminaste con las clasificaciones?

—Sí, ya actualicé la base de datos y apagué mi computadora.

—Eres libre de irte, entonces, cerraré aquí.

Ella niega con la cabeza. 

—No se preocupe, puedo esperar un par de minutos más. Recogeré mis cosas mientras terminas.

Taeyong reinicia rápidamente la computadora, hurgando distraídamente en la mancha húmeda de su suéter mientras verifica si toda la información está en su lugar. Mentalmente se agradece a sí mismo por quedarse dormido solo después de terminar de escribir el informe. Vuelve a guardar rápidamente, cierra el programa y apaga la máquina.

Las seis llamadas perdidas de JaeHyun lo persiguen mientras guarda sus pertenencias dentro de la mochila, luchando por cerrar la cremallera contra la esquina de su computadora portátil. Intenta llamar a JaeHyun, su novio, pero lo envían al buzón de voz. Él maldice en voz baja. JaeHyun tenía algunos recados que hacer para el aquelarre, por lo que probablemente ya se fue. Con la suerte de Taeyong, solo regresará al amanecer.

Winter lo espera en la entrada. Ella sostiene una bolsa de gomitas de oso para él y él niega con la cabeza.

—Te lo comes... Te saltaste el almuerzo de nuevo hoy, ¿no? ... ¿Siempre es así?—Ella pregunta, parpadeando—Me refiero a la universidad. Estar tan cansado que te quedas dormido durante las tareas del laboratorio, siendo perseguido por los conserjes.

Taeyong deja escapar una leve sonrisa. Winter se inscribió hace solo un par de meses, apenas acabó de terminar la escuela media superior, pero ya está ayudando en uno de los proyectos más importantes del departamento. Taeyong la sorprendió durmiendo en las escaleras de emergencia durante los descansos un par de veces, completamente exhausta, con la cabeza inclinada de manera antinatural para descansar sobre su hombro, sus auriculares eran su único escudo contra el mundo.

—Bueno, no siempre es así. Por lo general, no estoy tan cansado, pero no duermo mucho hoy en día.

Mantiene la puerta abierta para ella mientras salen del edificio, entrando en el aire fresco de la noche. La primavera tocará a las puertas de la ciudad en un par de días, pero ahora mismo, la última ola de frío del año tiene a Seúl envuelta en un vicio de escarcha y aguanieve. Taeyong se hunde dentro de su sudadera con capucha, viendo a Winter hacer lo mismo con su abrigo ligero. Se arrepiente de no haber llevado su abrigo acolchado cuando un escalofrío se cuela bajo el dobladillo de su camisa.