Bajo la Luna y el Sol ☪️ JaeYong

Interlude II

🍑🌑🍇

—Y la forma en que sonríe. ¿Te hablé de la forma en que sonríe?

—Aproximadamente seiscientas veces—Dice Yuta feliz desde la silla giratoria al otro lado de la habitación, pero Rosé lo calla y le da a JaeHyun su muñeca y JaeHyun hunde sus colmillos en ella. Es fácil, como deslizar la mantequilla con un cuchillo afilado, la sangre es cálida, espesa y embriagadora, casi agria en su lengua. La sangre de Taeyong sería dulce en sus labios.

JaeHyun bebe y bebe y ahoga el recuerdo del aroma de Taeyong en el de Rosé. No puede ahogarse de la forma en que Taeyong se veía hace unos días, inmovilizado contra su refrigerador de mal gusto, su pulso rápido y atractivo, sus ojos grandes y sus labios rojos y resbaladizos y...

Desliza sus colmillos de la muñeca de Rosé y se lame los labios antes de hacer pucheros. No es dulce, no como lo sería la sangre de Taeyong, si el olor es algo por lo que pensar.

—Me ofreció beber su sangre—Dice en un susurro. Se siente lleno, pesado y mareado al mismo tiempo, y estúpido, como si se estuviera perdiendo algo. A JaeHyun no le gusta perderse cosas. A JaeHyun le gusta sentirse en control, todo el tiempo. Pero Taeyong... Lee Taeyong siempre hace cosas que están fuera del control de JaeHyun, como ofrecerle su sangre. Como besar su mejilla. Como sonreír... joder, como huir durante semanas. Le ofreció a JaeHyun beber su sangre y JaeHyun se negó y Taeyong se escapó. Duele.

—¿Por qué simplemente no aceptaste?—Rosé pregunta, y hay un trasfondo de incredulidad en su voz.

—¿Por qué habría?—Murmura en respuesta, frotándose los ojos. Tiene tanta sed que todo le duele. Ha estado bebiendo, bebió de Joy antes y de Rosé ahora, y sabe que Yuta tiene al menos una docena de chicas a su entera disposición, por eso está aquí, pero no importa de cuántas chicas beba porque todavía siente tanta sed y extraña a Taeyong.

—Pensé que era algo que querías—Sigue diciendo Rosé. Se vuelve hacia Yuta—¿No es eso algo que quieres? ¿Beber la sangre de la gente que te gusta?

Yuta se encoge de hombros.

—No sé. Solo me gustan los vampiros. El sexo es mucho mejor. Los humanos son débiles.

JaeHyun niega con la cabeza. Ellos no entienden. Ninguno de ellos lo hace.

—No puedo hacerle eso. Beber su sangre, quiero decir. Es... especial. No es como tú—Dice, lentamente, y Rosé silba.

—Ten cuidado, duraznito, estás haciendo que parezca que algo anda mal conmigo.

—Sí, chico, deja de ser tan crítico—Interviene Yuta.

Marca su puchero.

—¿Puedo tener más sangre?—Él pide—¿Por favor?—Le duele la cabeza.

Rosé niega con la cabeza.

—Primero, cuéntame más sobre la persona que te gusta y luego lo pensaré.

Mujer cruel, cruel, jugando con sus sentimientos. Taeyong también juega con los sentimientos de JaeHyun.

—Siempre está cerca, ¿sabes? Él se asegura de que beba mi sangre y me pregunta cómo fueron mis noches y hace horribles juegos de palabras de vampiros, pero también...

Baja la voz y se muerde los labios, y Rosé se acerca para escucharlo mejor.

—Él siempre está tan jodidamente cerca. Podría extender la mano y tocarlo y no puedo, no debería. No es... No es mío para tocarlo, ¿sabes? Pero es como si estuviera ofreciéndose. Es como si se estuviera burlando de mí. Oh, mírame, mi sangre es deliciosa, por cierto JaeHyun, ¿quieres dar un mordisco?  Y luego va y se emborracha y besa a otros chicos y... no sé.