III

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Mark se empeñó en acercar a Louise a su casa, la dejó en la puerta de esta y se despidió de ella con un beso en la mejilla. Al entrar en casa un Slash cariñoso le esperaba en la entrada. Fue dejando caer las prendas de ropa por el suelo hasta llegar a su dormitorio en el que se colocó su pijama, se desmaquilló en el baño mientras le contaba a su gato lo que había pasado durante la noche, incluido su encuentro con Rick.

- Ay, Slash... es que no sé qué me pasa con él ¡Encima su mujer le pone los cuernos! ¿Te lo puedes creer? - le contaba mientras se hacía un té. - Y con su compañero y mejor amigo. Es increíble. Yo no le engañaría. ¿Tú qué opinas? - preguntó a su gato adormilado en la cama cuando ella dejaba la taza ahora vacía sobre su mesita de noche - Sí, quizá deba olvidarme de él. - suspiró y se dejó atrapar por Morfeo.

El fin de semana pasó sin pena ni gloria, Louise se encargó de preparar sus clases y corregir algunos deberes. Era miércoles a última hora cuando la joven profesora se sorprendió al ver a Carl esperando fuera del colegio.

- Hey, Carl ¿Todo bien? - miró su reloj y comprobó que el niño debía estar esperando desde hace una hora. - ¿Quién venía hoy a por ti?

- Mamá - dijo el niño con un hilo de voz. Estaba molesto con su madre y algo avergonzado porque su profesora le viese en esa situación.

- Vamos dentro, llamo a tus padres y jugamos a un juego de mesa ¿Te parece bien? - sugirió Louise acariciando la espalda del pequeño a lo que Carl respondió asintiendo.

Entraron en el centro, Carl estaba sentado en una sala esperando mientras que Louise llamaba a Lori, la madre de Carl, en uno de los despachos. Después de varios tonos, colgaron el teléfono a lo que Louise se sintió extrañada. Aún con el ceño fruncido llamó al número del padre. Después de tres tonos alguien descolgó la llamada.

- ¿Diga? - preguntó Rick.

- Emm... Buenas tardes Señor Grimes, soy Louise - mierda, se corrigió - s-soy la señorita Rigby.

- ¡Ah! Hola Louise - la profesora se sonrojó al escuchar la voz de Rick diciendo su nombre . - ¿A qué se debe el placer de esta llamada? - Él estaba divertido ante la situación y es que se sentía una gran atracción hacia ella.

- Verá, llamo desde el colegio de Carl. Me ha comentado que su mujer tenía que venir a recogerle, - El rostro de Rick cambió al escuchar cómo mencionaba a su mujer- pero ha pasado una hora y no ha venido a por él. He intentado contactar con ella pero me ha sido imposible. ¿Podría venir a por él?

- Sí, sí... tardaré unos 15 minutos ¿no será un problema, no? - preguntó un preocupado y nervioso Sheriff.

- Claro, estaremos en clase esperándole.

- De acuerdo.

Louise salió del despacho para dirigir a Carl a clase y se pusieron a jugar al monopoly, que era el juego que había escogido el niño.

- Cuando acabemos la partida probablemente serás mayor de edad - bromeó la profesora mientras movía su ficha.

Fue entonces que un par de toques en la puerta hizo que ambos dirigieran su vista a ella, descubriendo a un Rick Grimes serio.

- ¡Papá! - gritó Carl abrazando a su padre.

- Hey - dijo Rick correspondiendo este - ¿le has dado las gracias a Miss Rigby?

- ¡Gracias Miss Rigby! - contestó el pequeño.

- No hay de qué - respondió la profesora recogiendo el juego.

- Carl, espérame en el coche - pidió su padre, a lo que él obedeció inmediatamente. Rick se acercó a la profesora rascando su nuca nervioso. - quería agradecerte haber cuidado de Carl. Siento las molestias - comentó sonrojado.

- Carl es un buen niño, no ha sido ningún problema. - dijo con una pequeña sonrisa.

- Gracias Lou - dijo inclinándose hacia su rostro para dejarle un pequeño beso en la mejilla y tras este salir de la clase.

Rick sabía que había traspasado los límites, pero le había resultado inevitable, mientras que Louise se quedó petrificada y completamente sonrojada. Rick le había dejado un beso en la mejilla, sus labios era suaves y aún podía sentir el aroma del hombre. Suspiró y se fue a casa.

Officer Friendly (Rick Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora