XV

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(LOUISE)

Tengo la televisión encendida cuando escucho unos golpes en la puerta y me levanto para ir hasta ella. Uso la mirilla y veo a Rick esperando, así que le abro la puerta y le dedico una sonrisa que él devuelve a medias.

- Hola Pitufito - me aparto para dejarle pasar después de darme cuenta de lo horrible que debo estar con el pijama ancho que llevo puesto.

- Hola, Louise - su tono me duele un poco, no suele llamarme por mi nombre completo, pero decido ignorarlo y abrazarle, ya que llevo un día sin saber de él desde que nos despedimos al llegar a King's County. - ¿Estás viendo fútbol? - dice sorprendido ante mi nueva costumbre.

- Aún no entiendo las reglas, pero me gusta apoyar al que va perdiendo - tomo su mano para dirigirle hasta el sofá y toma asiento. - ¿Quieres una cerveza?

- Vale - dice tras unos segundos dubitativo que no escapan a mi percepción.

Vemos el resto del partido acurrucados, no hemos vuelto a hablar, pero su mano dibuja círculos sobre mi hombro y espalda. Podría jurar que estar con él es como estar en casa, confirmando así lo que ronda mi cabeza desde hace días, mis sentimientos hacia él no han hecho nada más que crecer. Su amabilidad, lealtad, su bondad, la ternura con la que me trata a mi y a su hijo, la atención que me otorga cada vez que estamos juntos... podría seguir enumerando cada detalle que hace que me enamore de él. Estar con él en el sofá viendo la tele con una cerveza y el intercambio de caricias es algo que me podría ver haciendo todos los días.

- Louise... - y en ese momento sé que va a decir algo que no me va a gustar.

- ¿Sí? - pregunto esperanzada, espero que mi instinto se equivoque, pero desde que entró por la puerta he podido notar que algo no iba completamente bien.

- Yo... - suelta un suspiro tembloroso y puedo ver que sus ojos brillan. - no voy a poder seguir con esto. - en ese momento puedo escuchar cómo mi corazón se rompe en mil pedazos. Después de lo que pasé en Bristol, no vi la posibilidad de volver a enamorarme, de estar con nadie, hasta que llegó él, derrumbó mis barreras poniéndome el mundo patas arriba. Ahora, ahora que por fin había aceptado tenerle en mi vida, ahora es cuando decide no tenerme en ella.

Me levanto sacudiendo la cabeza, esto no puede estar pasando. Él se levanta e intenta alcanzarme cuando me percato de que un mar de lágrimas brota de mis ojos y los suyos transmiten dolor ¿Cómo se atreve a sentir dolor después de lo que está haciendo?

- Lulu, cielo... - comienza pero le corto.

- No me llames así. No me llames así si te vas a ir. - los nervios me atacan, tengo la vista nublada por las lágrimas y no puedo parar de dar vueltas por la habitación. - Vuelves con ella, ¿no?

- Lo siento mucho... - niego con la cabeza ¿Sentir? Cómo se atreve... - nunca he querido hacerte daño.

- No te ha salido muy bien entonces - rio amargamente, vuelve a ocurrir, la historia se vuelve a repetir. Da igual donde vaya, parece que mi destino es estar sola. - Vete - puedo ver cómo Rick se acerca a mi e intenta alcanzar mi brazo, pero lo aparto.

- Sé que me odias - suspira - ojalá esto no tuviese que ser así.

- ¿Odiarte? - gruñí - Ojalá te odiase - las lágrimas no paraban de caer por mi rostro, empapando allá a donde fueran. - ¡Ojalá no te amase! - y en un movimiento desesperado conecté mis labios con los suyos. Notaba cómo sus lágrimas se mezclaban con las mías mientras saboreábamos nuestro amargo final. El beso era pasional y primitivo, pero nada sexual, estábamos transmitiendo el dolor que estábamos sintiendo en aquel momento.

- Lo siento - dijo al romper el beso. Se dirigió a la puerta cerrando tras él. 

Officer Friendly (Rick Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora