Prólogo

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El sonido de los automóviles, junto al tránsito y peatones, que transitaban calmadamente por las calles. Era en una época del año, en donde las Avenidas, se llenaban como ríos repletos de peces exóticos. Puesto a que en pleno, y dichoso invierno.
Si no usabas un calefactor, para la fuerte oleada de frío; estarías tiritando como un animal asustado.

Pero en fin.
El que no se aseguraba, saldría contagiado de alguna gripe, sin más remedio que asistir aún consultorio.
Me encontraba observando, desde la puerta de madera húmeda, como entraban: mujeres, hombres o niños.
Pero un sujeto alto, captó mi atención, llevaba consigo una mochila peculiar, una capucha, junto a un distintivo; cubre bocas negro, que era de un diseño poco llamativo para algunos. Aquel hombre, abrió la puerta de este hotel indiferente a cualquier tipo de mirada hacia él.
¿Por qué, alguien con tales pintas?¿vendría a este muy desaliñado lugar, de hospedaje?. Pues claramente sobresalía, por su llamativo reloj rolex.
No podía verle el rostro, sus gafas negras, bastante comunes, no eran de ayuda.

-¿Desea hacer una consulta, antes de pedir habitación caballero? -le pregunté con altas y evidentes muestras de confusión. Pero tuve que tragarme, mi curiosidad de aquel hombre, cuando dejó en la mesa un par de arrugados billetes. ¿Era alguna clase, de tipo misterioso?
-¿no es usted, un señor de muchas palabras, verdad?- dije algo intrigado, junto a la indignación de que no haya respondido nada, en lo absoluto.

- En realidad, puede que simplemente sea discreto, al no querer responder- su tono de voz era rasposa, como si se encontrara enfermo, con síntomas crónicos. Sinceramente no siempre venían sujetos así al hotel Glamour.

-oh, es comprensible que no quiera alguna consulta. Solo era de cortesía preguntarle, espere un poco, le daré las llaves de la habitación 24, esta disponible en este momento. - de una de las polvorientas cajas, tomó las viejas llaves, dejándolas a la vista para que las tomará.
-tenga una buena noche, caballero- fue lo último que le logre pronunciar. No dijo ni un "gracias" solo se fue lentamente, hacía el ascensor. Hoy en día no hay gente con modales al parecer, ni los que traen pintas de actores de terror y suspenso.

El hombre de la capucha, deja la mochila a un lado de la limpia cama.

-vaya-Las ventanas se encontraban abiertas dando una vista de las transitadas calles de bucheon. Se tomó el tiempo de cerrar la puerta, para sentarse en una orilla del colchón polvoriento, sin antes quitarse los lentes junto al molesto cubre bocas. En todo hotel hay un secreto, ¿para que iría a aquel en específico?
Pues a las 5:00 a.m. Tenía una cita para sacar información, todo tenía un precio aquel que guardaba en su mochila de tela azulada. Sin más simplemente se recostó a dormir para esperar aquella madrugada y la oportunidad de una divertida he importante venganza. Para secuestrar al inofensivo joven park jimin.

NOTA : Este fanfic me pertenece. Es de mi antigua cuenta, espero puedan apoyar esta historia. Iré actualizando de a poco, todos los derechos reservados. No sabía si continuarla puesto a que cuando perdí la cuenta, me desanime y me dio mucha rabia. Tenía hasta una historia finalizada en borradores que recibía apoyo. Hasta acá K00xii. Nos vemos.

EL SECUESTRO 從 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora