V/ Arduo

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Serían días realmente aburridos y largos

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Serían días realmente aburridos y largos. Jimin estaba mirando alrededor de la habitacion. Que sin ningún brillo, notaba las paredes con papel rasgado. No habían detalles buenos, para nada de su gusto. La poca decoración que observó, eran; cortinas de un feo tono dorado, que ya podían notarse cafes al no ser lavadas por un largo tiempo, dos jarrones mal hechos y sumando el pestilente aroma que se sentía, que no era ornamento pero invadía toda la habitacion.

Tenía el cuerpo entumecido producto de haberse recostado en el duro piso, sumándole a algunos músculos dormidos. Anoche estuvo en una incomoda pose, se había encontrado temblando por el frío, incluso llegando a sentir la necesidad de poder abrazarse a sí mismo, pero producto de la soga, que fue nuevamente atada por jeon ayer, no logro descansar del todo bien. En las vendas podía visualizar el tono de las manchas marrónes, aterciopeladas, por los fuertes intentos de park, por romper la cuerda, no logrando nada en el intento. Sin tener la mínima esperanza de poder desatarse.

Jimin había conmemorado que hace exactamente, 20 minutos, el secuestrador abandono la cama, dirigiéndose a escasos pasos, hacia la puerta de madera. Fingió no haberse despertado, por el miedo, pues las personas suelen amanecer de mal humor por las mañanas. De solo recordar lo pequeños sucesos vividos, extrañando a sus padres.

El menor sin haberlo previsto comenzó a sollozar, por la pena que le invadía, se había entregado a los brazos del asesino, por haber querido hacerse el importante, jamás debió de aceptar la petición de kibum. Si hubiese tenido el vigor o valentía de confrontar al difunto compañero de clases, esto no habría ocurrido, seguramente su madre estaba desesperada, por su debilidad, las causas de todo este caos era el.
-perdón.. Mamá.. - decía entre el llanto que aumentó, solo pensando en que ocurriría con el. Jungkook era desalmado, no tenía ni una pizca de compasión por su vulnerabilidad.
Sintiendo los espasmos con las palmas de sus manos, se tapó la boca. Quería ahogar su dolor, ser silencioso, pues seguramente el señor, podría llegar en cualquier momento.

Pasando los minutos, que para el joven fueron horas. La puerta fue brutalmente abierta por su captor. Aquel que con una pequeña sonrisa fingida, le miró interrogativo.
Algo había ocurrido, para que se encontrara con tal ánimo. Jimin había temblado del repentino golpe, que se escucho en cada pared. Aún se oían sus gimoteos, cada vez menos audibles.
Jungkook había logrado lo que quería, sin haber tenido que utilizar sus habilidades de manipulación, con el Márquez. Pues por su ingenio, claramente tenía a todos comiendo de la palma de su mano, a todos aquellos que esperaban ver que táctica nueva utilizará para salirse con la suya.

En la llamada jongdae le informo acerca de todo lo que estaba ocurriendo, producto de su salida de la prisión. Era más que evidente y notorio que conocían de él; homicida, criminal, ex-empresario. Pues para jeon, La discreción es el antídoto contra la hipocresía.

Uno de los puntos a favor, del hombre de iris color cafés. Fue el final de tal conversación benéfica. La mención y ayuda, dada por una de sus marionetas, kim jongdae. había sido todo lo que le había faltado, en las piezas de rompecabezas.

EL SECUESTRO 從 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora