capitulo 2

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Una gran nave apareció frente mío con una ferviente voz que saludó con una grandeza que me dejó absorto.

"Suban al culpable para completar el codigo".

Retrocedí dos pasos cuando escuché eso.

—Oigan, oigan ¿De qué maldito código está hablando?— estando a la defensiva saque un lápiz de mi bolsillo apuntando a ambos extraños, haría lo necesario para protegerme.

Saihara rojo de vergüenza cubrió su frente evitando contacto visual conmigo y la chica de brazos cruzados y con el gesto serio sin tener miedo de mi arma hablo firmemente.

—No hay uno, al menos no con nosotros— apartó con su dedo el lápiz que la apuntaba desde la goma y una risa escandalosa sonó desde la máquina.

"Era mentira chico, ay no aguantan un chistecito, que amargados son" después de que entró el chico de cabello obscuro se escucho un golpe y el silencio se hizo.

Eran un equipo destinados a la desdicha, avance para entrar a la máquina roja.

—¿Tú eres la jefa?— le pregunte a la chica de coletas que asintió.

Ella sería la más difícil de engañar la mire de arriba abajo como si tratara de encontrar su punto débil y le lancé un beso del cual ella hizo un gesto de desagrado con una grosería en señas que pretendí no entender.

Dentro era un nuevo mundo con un robot de cabello blanco y ojos azules que se reía en compañía del de ojos pálidos, ese robot debió haber hecho la tonta broma.

—¿Un par de niños piensan salvar al mundo?— me senté en donde pensé que estaban los asientos.

A pesar de que el interior es oscuro hay lucecitas que brillan por doquier con botones que quieren ser apachurrados.

—Tú eres Ouma, un placer—el robot tomó mi mano frenéticamente.
—seamosamigosyayudameachantajearalemo— hablo tan rápido que me quedé en blanco.

Aparte mi mano con una risa incómoda —disculpa es que soy alérgico a...— se apartó alarmado con las manos en alto —a tí— hizo un gesto confundido.

Mire a una de las ventanas y me di cuenta de que ya estaba en movimiento todo, cuando dentro estaba totalmente en reposo, vi la ciudad por encima cuando ese deslave, el socavón se había hecho mucho más grande, la gente sale de sus casas con el tiempo de sobra para despedirse de sus hogares.

Si esto es por mi culpa es impresionantemente agobiante.

Escuche las botas del chico junto con unos pasos metálicos.

El chico me ofreció un vaso con un frape —¿Estás bien?— lo miré fijamente, nadie después de conocerme me trata bien, de hecho dicen que es mucho mejor si estoy lejos, solo mi amigo el grandulon Gonta me quería y eso es porque es muy inocente.

Pero ahora también está él y está mañana ví a alguien similar a él morir enfrente mía.

—Estoy perfecto, contando que puede que mate a la humanidad, que quizás yo muera, que probablemente me esté dirigiendo a mi muerte con un estrés enorme, sí, estoy bastante bien ¿Y tú? Ah ¿ya dije que puede que muera?.

—Es tu desicion, te lo dije, solo no te alejes de nosotros.

—Lo intentaré— arrebate el vaso de sus manos tomando el sabor a vainilla, realmente fue un tierno detalle —pero no creo que estés dispuesto a protegerme siempre, quizás hay algo debajo de esa fachada de niño bueno.

El azabache agachó la mirada como si se sintiera culpable o triste sobre algo —Te sorprenderás entonces.

—Lo dudo, soy una persona con altas expectativas.

DependienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora