un sueño nada más.

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💜

—¡De verdad, vencí a un monstruo!—
Gritaba mi experiencia verídica que nadie creía.

—Eres increíble, por favor protegeme de ellos— dijo Gonta creyéndome y siendo sincero, un chico con cuerpo de fisicoculturista bastante amable y respetuoso, digno de un caballero, amante de bichos y con bastante parecido a mowgli.

—Gonta, Kokichi está mintiendo, no existe algo como eso— la obviedad de sus palabras era lo peor, porque realmente pasó.

—Me suena al laberinto del fauno, es un plagio lo que dice, típico de hombres flojos— dijo Chabashira, una chica de cabello largo, claramente feminista, amante del karate y de cantar "y la culpa no era mia".

—Que malos son, sí me hubieran llevado esos soldados no estarían dudando de mi— mi ego se hirió en la mínima cantidad de no ser creído con la magnífica historia que me ocurrió.
—Afortunadamente tengo pruebas.

Iba a buscar mi teléfono cuando un aviso desde los megáfonos sonó, debíamos volver a casa por un "desastre natural peligroso".

—¡Ya era hora! No tengo tiempo de lidiar con ingenuos como ustedes— salté de mi asiento para guardar todo e irme.

—¿Y tu prueba?.

—No tienes derecho a verla por no creerme— les saque la lengua, porque con el dedo de en medio me volvería mala influencia hacia Gonta.

Salimos al patio y todos estaban ahí, cuchicheando y diciendo chismes, aún no nos dejaban salir pero había varios padres y los autos escolares fuera listos para llevarnos de regreso.

Las palabras lago, farola, parque... estaban en boca de todos al igual que la descripción de mi historia.

—Les dije que era real.

—Bueno, estaría bien llevarte a la NASA para que seas estudiado y tu historia extraña, siendo probablemente disecado o un gran dictador como siempre dices— la peli negra movio sus dedos como si estuviera contando una historia de terror.

—¡¿Disecado?! Yo odio los insectos disecados.

Suspire cansado de esta gente, ¡no era broma!.

—Era mentira, pero se enteraron de la historia antes gracias a mi.

—¿Así que jamás venciste a un monstruo?— pregunto Gonta.

—Quien sabe, al coco lo vencí una vez en un juego de ajedrez— dije como si recordara aquella buena historia en Las Vegas, supongo que nunca le pagué y me lleve todo el dinero, seguramente haría eso.

La cara de Tenko se arrugó
—Eres odioso.

—No te hablaba a ti, entrometida— cuando sentí mi muerte cerca hui de ahí y de alguna forma logré perderla.

Salí desde otro lugar de la escuela ya que nadie vendría por mi a esa hora, es momento de buscar más sobre esas personas.

Camine al parque de la misma noche y me di cuenta que el desastre natural era ese lago, estaba rodeado de cintas que impedían el paso y se había hecho más grande, el concreto cayó desde gran altura, como una fosa.

—Oh no ¿ahora cómo buscaré más cosas?— deje mi mochila escondida y pase por las delicadas cintas, la farola fue removida, tampoco estaba el dado, ni otras armas, pero encontré algo que resplandeció.

Me deslice en la tierra empinada y busque entre las rocas ¡bingo!.

Encontré una parte de metal brilloso que correspondía a uno de los trajes de esos policías, lo admiré pensando que podía servir de algo.

💙

[En el centro de comunicaciones de la fuerza especializada en accidentes históricos]

No pudimos capturar al ser y en su lugar un niño desconocido mató al espécimen, cosa que ninguno de nosotros pudo hacer en tres años. Nuestro escuadrón estaba siendo regañado, todos estábamos con la cabeza agachada escuchando cada palabra que salía de la boca del hombre.

Le perdoné la vida a aquel chico, pero ahora la mía estaba peligrando.
El general mayor estaba gritandonos tan fuerte como el sonido de los disparos, sobre como echamos a perder uno de los mejores avances que habían tenido hasta ahora.

Y entre esas palabras escuchamos unas que nos hicieron entrar en pánico.

"Que desperdicio"

El primer disparo se escucho con el uniforme de un compañero quedando inmóvil, mi cuerpo se tensó al saber que ocurriría, nos asesinaran por ser inservibles, de todas formas hay tanta gente en el mundo que quiere nuestros trabajos que una pérdida no significaría nada.

Suspirabamos al no poder llorar ni chistar a lo que les hacían a nuestros compañeros, que conocimos desde tanto tiempo y por un solo error pagamos las consecuencias.

Un enorme terremoto que nos hizo alzar la mirada agitó el edificio, y parece que también la ciudad fuera.

El hombre que recién acababa fusilar a los soldados fue a otra sala dando la orden de que alguien nos mantuviera ahí.

Pase la mirada por toda la habitación que no dejaba de moverse, todos nos dimos cuenta que algo extraño estaba sucediendo y lo confirmamos al ver en la ventana como las grietas en el piso se formaban y muchas cosas cambiaban de forma hasta que llegó a nosotros.

Me sentí indescriptible, como si mi alma hubiera vibrado casi saliéndose de mi cuerpo.

Una anomalía, esa palabra hizo clic en mis recuerdos, los libros que leí advertían de algo como esto.

Algo que cambia el pasado y modifica el futuro... nuestro presente.

En la mitad de mis pensamientos escuche el aire fuerte de uno de los cohetes.

En el balcón vi a mis amigos que me alentaban a escapar con ellos.
—¡Shuichi!—
y sin dudarlo, los que quedábamos escapamos, pero solamente yo entré a la nave.

La nave avanzó a gran velocidad para borrar el rastreo e identificación de la misma, provocando que me aferrara a lo que tenía al alcance.

Me quité el pesado uniforme pero el casco era algo complicado de quitar, las marcas que me hizo esa bestia apretó el cuello que ahora tiene abolladuras.

—¿Como sabias que me iban a...— hablé con la voz distorsionada.

—No sabía, pero K1b0 fue insistente, supongo que esa vibración extraña fue tu culpa porque siempre tiene que ver contigo, quítate esa estupida cosa- la chica se estreso de que por más que intentara no salía el casco, cuando se dio cuenta de los rasguños de la bestia que intento asfixiarme.
—¿Tengo razón?.

—¡Yo te puse un rastreador porque Maki me dijo y detecto una alerta en tu adrenalina y miedo y...!— hablo K1b0 y la chica de coletas lo miro como si hubiera dicho más de lo que debería.

—¿Qué? ¿cuál chip? ¡yo no conozco ninguno! Es más, no estoy aqui— el robot cayó quedándose su ser dentro de la nave.

—¿Hay un chip en mi?.

—Asi es, no tengo idea en donde pero te salvamos, ahora es cuando me dices que pasó.

Pase mis manos por mi cuello que dolía un poco, después de que me quite el grande uniforme quedando con el normal de la agencia, siendo algo pegado, como una segunda piel que protege.

—Una anomalía, algo paso en la misión que no debió haber ocurrido y se alteró nuestra línea temporal— saque el aparato que se le cayó al chico de cabello morado.
—Hay que ir al pasado y arreglarlo.

💜

Azote la puerta al entrar.

—¡TIENEN TRABAJO!— deje la cosa con metal en la mesa, había varias personas con ropa blanca y un paleacate de cuadrícula blanca y negra en sus cuellos.

—¡Jefe!— gritaron al unísono.

—Encontré esta cosa y parece ser de otro mundo o una organización secreta al igual que nosotros, ya saben que hacer.

DependienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora