RED MOON DESCONTROL

CAPITULO 3

KEYLA

Estar aquí sintiendo como cada parte de mi cuerpo arde es algo estremecedor, pero el hecho de que yo soy parte de esto...parte de un equipo que va a la guerra lo hace peor.

En cuanto salió Sky la mire rápidamente sin darle tiempo de hablar—¿Por qué Sky y yo?—pregunte apenas se dio la vuelta.

-porque ya es hora de que esta guerra termine—contesto sin mirarme mientras caminaba hacia su escritorio. Su mirada perdida y la inseguridad en su voz eran demasiado evidentes.

-estas mintiendo—dije mirándola a los ojos. Al mirarla pude saber lo que estaba pensando, no con tanta claridad, pero si lo suficiente para saber que estaba mintiendo.

-no te metas en mi mente—hablo enojada. Algo bueno de mi es que puedo leer su mente con facilidad, pero si lo hiciera siempre, la vida sería demasiada aburrida.

-dime la verdad, te conozco demasiado bien, no es necesario meterme en tu mente para saber que estas mintiendo—la mire un poco divertida—¿Por qué a Sky?—volví a preguntar con el mismo tono de seriedad.

-su telekinesis nos puede ayudar demasiado.

-estas mintiendo—camine hacia su escritorio sentándome frente a ella—dime la verdad hable con un tono de voz suave sosteniendo una de sus manos.

-estoy diciendo la verdad, el consejo pidió que Sky fuera para tener a alguien sigiloso en el momento de entrar cuando el equipo avance—dijo tratando de evitar la realidad.

-Sara, te conozco muy bien...dime la verdad, sé que me estas mintiendo y puedo saberlo sin necesidad de meterme en tu mente—su mirada expresaba desesperación y sin pensarlo se levantó de su asiento para intentar huir de esta conversación—Sara—la llame esperando que se detuviera, al no hacerlo me transporte rápidamente frente a ella evitando que tocara la manija de la puerta y así poder salir, me acerque lentamente a ella haciendo que me mirara a los ojos—¿Qué es tan importante como para que Sky y yo vallamos directamente a nuestras muertes, sabiendo que de nuestro grupo hay personas más fuertes y sigilosas que el?, solo te pido que me des un motivo—al mirarla con detenimiento avía algo en sus ojos que nunca avía visto.

Su mirada estaba un poco pérdida, sus ojos cristalizados y llenos de dolor, sus manos temblaban sin parar mientras que su respiración era más que agitada, su cuerpo expresaba inquietud y mucha desesperación pero aun no entendía ¿por qué?, sus emociones eran muy fuertes a comparación de otras ocasiones, es como juntar todas las emociones negativas en una sola persona...lo peor de todo esto...es que puedo sentirlo—ven—la guie directo al sofá haciendo que se sentara—¿Qué sucede Sara?—pregunte intentando hacer que contestara pero en cambio recibí un abrazo sintiendo como empezaba a llorar—está bien, todo va a estar bien—la abrace tratando de hacerla sentir segura. Cuando por fin se calmó se separó de mi indicándome que necesitaba unos minutos para procesar todo lo que iba a decir.

Después de unos minutos en silencio decidió hablar—tengo una hija.

-¿Qué?

-tengo una hija, su nombre es Anne—al decirlo sus ojos se iluminaron de una forma impresionante—George la tiene encerrada en un calabozo en Coxville.

En cuanto dejo de hablar mi mente comenzó a procesar todo lo que había dicho, todo lo que yo no sabía y todo lo que nadie sabía a excepción del consejo....la persona a la que he amado desde que tengo memoria tiene una hija y yo no lo sabía, al terminar de procesarlo todo volví a hablar no sin antes soltar un gran suspiro—me quieres explicar todo desde el principio.

-hace un semana recibimos una amenaza por parte de George, creímos que solo estaba bromeando cuando dijo que sabía sobre mi mayor secreto pero no fue así, uno de sus soldados logro entrar a la mansión infiltrándose como un guardia más y poder encontrar información sobre mi vida, al encontrarla se dirigió hacia mi casa y se llevó a Anne, cuando me entere creí que no era cierto, se suponía que nadie sabía sobre ella y luego me la mostro...ella estaba ahí—dijo volviendo a llorar.