Amor en tiempos saiyajines

Su comida favorita [Milk x Goku]

Me pensé mucho que hacer más que nada por la personalidad de Goku, desarrollar ciertos eventos sin hacer OoC, pero creo que he dado con la fórmula de los Saiyajin, resultando un relato tierno, íntimo pero sutil y partiendo de situaciones canónicas.

Aquel hombre de pelos de punta que era su marido entró a la habitación, aquella que por varios años en su ausencia había ocupado ella sola, con una esperanza agonizante de que algún día su Gokú volvería.

Allí estaba de nuevo, húmedo pues se acababa de bañar y apenas estaba vestido, aproximándose sin pena a su lecho. Milk se encontró emocionada, casi nerviosa como cuando era una jovecita, sintió sus mejillas arder y se enmarcó el rostro con sus manos bajando la mirada.

Goku sonrió y como un niño saltó hacia la cama.

— Ven a acostarme conmigo Milk.— le invitó dando unos golpecitos al colchón.

En ese momento el rostro entero de la mujer se volvió rojo y se lo cubrió con las manos.

— Goku pero que cosas dices— murmuró la morena.

El Saiyajin levantó la ceja extrañado sin entender que ocurría.

Su mujer respiró profundo e inmersa en sus fantasías, se despojó de la ropa de a diario poniéndose un camisón de tela como seda, Milk se giró hacia la cama encontrándose con los ojos fijos del guerrero que no había dejado de verla en ningún momento, su corazón en ese momento se aceleró al pensar que la había estado observando, era su marido, pero había pasado tanto desde que habían estado juntos.

Ella se acercó a él, se había acostado con las palmas descansando en su nuca, la mujer se acurrucó en su pecho mientras le acariciaba impregnándose de aquel aroma salvaje a bosque y montaña que siempre tenía el Saiyajin, cerró los ojos y permitió a sus pieles rozarse.

— Oye Goku— murmuró Milk como un ronroneo.

— ¿Qué pasa Milk?— pregunto Goku algo  distraído mientras bajaba su mano tocando el pelo enredando sus dedos en el pelo de la femenina.

Ella se estremeció.

— ¿Para ti soy bonita?— cuestionó la chica ocultando su rostro en el pecho de su marido.

Goku la observó y lo medito por unos segundos, notó al instante la cara de su mujer molestandose.

— ¡A ya sé! Justo cuando estaba en el planeta supremo estaba hablando con Vegeta de eso— dijo el guerrero sonriendo.

Milk se levantó de su pecho sorprendida y lo miró con cierta emoción, no imaginaba ni en sus más alocadas fantasías que el Saiyajin hablara de su belleza con sus amigos.

— Allí había un viejito muy mañoso que podía ayudar a Gohan a desatar todo su poder— explicó Goku— pero a cambio quería una cita con una mujer hermosa.

Milk frunció el ceño en ese momento, pensando en la clase de personas que su marido terminaba frecuentando.

— Vegeta estaba muy molesto, por qué le había dicho que Bulma podría tener una cita con ese anciano con poderes misteriosos, pero el me dijo que por qué no le había ofrecido que fuera contigo— narró Goku.

— Ese Vegeta es un sinvergüenza, Bulma de cierta manera siempre se ha prestado a ese tipo de cosas de cualquier manera— respondió Milk indignada.

— Yo le respondí, que no...

— Mi querido Goku cuidando de tu esposa— respondió Milk mientras lo tomaba de la mejilla

—  Le dije que no podía ser por qué tú no parecías tan bonita— concluyó inconsciente del impacto de sus palabras.

La caricia en su mejilla se transformó en un fuerte golpe que le impactó con tal fuerza que lo arrojó fuera de la cama.

— ¡ Ay! Milk pero ¿por qué hiciste eso?

— Y todavía lo preguntas— espetó la mujer furiosa— eres un grosero y un desconsiderado. — dijo la mujer dando un respingo.

Goku se sobó la mejilla dónde tenía marcada la mano de su mujer, se levantó y se acercó a ella.

— ¿No entiendes que ha sido una pequeña mentira?— le indicó susurrando como contándole un secreto.

Milk lo miró desconcertada.

— Puedo no entender muchas cosas pero hasta yo sé que estaría mal dejar a mi esposa con viejito tan mañoso— declaró mientras reía.

Ella pudo ver la sinceridad en su inocente rostro risueño y meneó la cabeza suspirando mientras se acercaba de nuevo.

— ¿Entonces Goku me consideras bonita?— preguntó de nuevo sonrojada.

— Ay Milk pues claro que sí.— respondió como si fuera lo más obvio del mundo.

Ella se lanzó hacia él abrazándolo.

— Milk ¿Por qué te me estás encimando?— preguntó desconcertado

Aunque para quien no lo conociera esto podía sonar grosero, su esposa entendía que esto era solo parte de su forma de ser bastante distraída, con paciencia tomó sus manos y las guío atraves de su cintura, indicando que la abrazara.

— Ah eso querías— concluyó el Saiyajin — oye Milk ¿podrías darme de comer, mi comida favorita? — preguntó como un niño que ansioso espera un dulce.

— Pero Goku es tarde, no podría cocinar, tal vez mañana...

Sus ojos del guerrero la miraban a ella y está en respuesta le sonrió mirándolo de manera seductora, con sus manos que ya estaban en su cuello acercó su rostro de él  hacia ella y así sus labios se encontraron mientras la mínima distancia entre sus cuerpos, se desvanecía.