¿El mundo? Un absoluto caos, y pensarás que tal vez esto saque el lado humanitario de todos. No puede haber algo más alejado de la verdad, los problemas sacan la parte más instintiva, egoísta y cruel de cualquier ser humano.
Los países no son una ex...
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Argentina quiso acercarse a la cueva para buscar el hacha y las cosas, pero los tres intrusos venían a paso rápido y sin piedad, tenían armas en sus manos, y estaban pensando en acabar con ambas para robarles.
—CONFÍA EN MÍ— Soltó Argentina, esto hizo que el corazón de Chile latiera a mil, la rubia era bastante impredecible, pero decidió confiar en ella, asintió con la cabeza y Argentina no tardó en abrazarla y tirarse montaña abajo.
Tenían suerte de que no estaban tan alto, o podrían haberse matado, pero de todas maneras estaban sufriendo, Argentina se aferraba a Chile fuerte, estaba haciendo como una especie de escudo para que la otra no se lastimara, chocaron con la áspera tierra de la montaña y sus rocas, hasta que por fin pararon de rodar, las dos estaban mal, pero Argentina estaba demasiado mal. A Chile no le salió el grito cuando vio a los tres países atacantes asomarse, entonces ayudó a levantar a Argentina, se cubrieron con los arboles pero ellos tenían una ballesta que sabrá dios de donde la sacaron, no estaban seguras entre los árboles y tenían que pensar rápido.
—¡Chile, nos quieren matar, no vinieron a simplemente robarnos, quieren acabar con nosotras!— Exclamó Argentina aferrándose al árbol, cubriéndose tanto como podía, los raspones que cubrían su piel ardían demasiado.
—¡Eso ya lo sé! Quiero que me digas un plan— Dijo Chile desesperada, en ese momento cualquier plan era bueno.
—Hay que tirarnos al río— Antes de que Chile pudiera negarse la interrumpió —¡Chile es la única manera!
Chile sintió como una flecha se clavaba en el árbol detrás de ella, estaban apuntándole en la cabeza, bajo tanta presión no tenían otra opción, correr hacia el bosque no les serviría si tenían una ballesta con ellos.
—¡Hagámoslo!— La de cabello castaño no lo pensó mucho más, agarró a la rubia con ella y las dos saltaron al río, no pudieron hacer resistencia contra las aguas turbulentas y las dos se dejaron llevar, no sabían cuál era el final del río, pero al menos ni Brasil, ni Venezuela ni Rusia podían seguirlas.
Los dos países iban rápido por la corriente, y no les estaba yendo muy bien, Argentina no pudo evitar chocarse con una piedra que la dejó en un estado medio consciente, Chile luchaba contra las aguas para nadar hasta la de ojos verdes, pero era inútil, las aguas eran mucho más fuertes que Chile.
—¡ARGENTINA DESPIERTA!— Fue el último intento de Chile para que la rubia reaccionara, y al final lo hizo, pero sus movimientos seguían siendo algo tontos y no estaba tan despierta.
Seguían deslizándose por las aguas turbulentas, tratando de esquivar las piedras. La de ojos miel, estaba desesperada por salir a la superficie, ya que la corriente del río la estaba hundiendo, cuando salió tocía compulsivamente, pero paró cuando vio a un cuerpo atravesado por unas piedras, no pudo ver de quien era pero se ve que había caído del monte, alrededor de la roca donde estaba el cuerpo había mucha sangre ya de color oscuro, por los días que estuvo allí.
