México miraba fijamente al cuerpo inmóvil de Brasil, desde lejos, sin embargo, podía distinguir una mancha de sangre considerable, y esta no era la normal, era bien espesa y de un tono más oscuro que la sangre común.
Su estómago la estaba traicionando, haciendo ruidos, y su mente también le estaba jugando en contra, no está acostumbrada a estar días sin comer, sin poder dormir bien, eso la estaba matando por dentro en sus pensamientos, la desesperación estaba comenzando a apoderarse de ella.
Tenía el ceño fruncido y una cara de disgusto la decoraba, estaba harta de seguir a Venezuela, nunca estaba sola, siempre estaba con Rusia y no podía atacarla en desventaja, encima, no valía la pena pasar por los dos países si su propia comida era escasa y a penas alcanzaba para sobrevivir.
Entonces, agotada y abatida de esperar una oportunidad inexistente, se fue, con las piernas temblando, se sentía débil sin comer, como si todas sus energías hubieran sido drenadas.
Bajó las montañas como pudo, ya le quedaban pocas fuerzas y muy pocas ganas de seguir en ese lugar, la impotencia y el enojo nublaban su mente, aunque muy en el fondo sabía que merecía ese castigo, sólo que no quería aceptarlo, había dañado a sus propios amigos, a sus compañeros centroamericanos.
Empezó a observar los árboles, tal vez éstos tenían alguna fruta para poder comer algo, mientras forzaba la vista para sobrevivir, sentía como unas gruesas gotas le caían en su piel morena, haciéndola sentir con frío, no ayudaba nada a su situación, dejarla sola con sus pensamientos y resentimientos la estaba volviendo loca por completo.
Perdió la noción del tiempo estando sentada bajo la lluvia, pero supuso que sólo habían pasado un par de minutos. De repente escuchó un crujido, una rama que había sido pisada por alguien, lentamente se levantó de su lugar y caminó al lugar del sonido.
Allí estaba Venezuela, con una bolsa brillante, de esas de la ONU, estas tenían comida, agua, tenían todo para sobrevivir, en resumen, todo lo que México necesitaba en ese instante para su supervivencia.
Como si algo se hubiera activado en México empezó a pensar en matar, matar, matar, sólo para conseguir comida, esa bolsa sería suficiente para ella y sólo para ella, el egoísmo la invadió sin que ella misma se diera cuenta, hacía tantos días que sentía hambre, eso dejó que su lado más primitivo e instintivo se apoderara de la castaña.
Sacó el cinturón de sus vaqueros celestes, que estaban manchados de tierra y suciedad, lentamente se acercó a la que ahora era su presa. Venezuela dejó de ser su amiga a penas el hambre invadió su cuerpo. Sin hacer el mínimo ruido y conteniendo la respiración llegó a Venezuela y le enroscó el cinturón en el cuello de Venezuela, ahorcándola sin que Venezuela pudiera ver de quien se trataba.
Con sus manos apretó fuerte el cinturón, México sólo podía escuchar los gritos ahogados de Venezuela, que le imploraba por piedad, pero los ojos de México eran simplemente siniestros y perdidos en la bolsa brillante, ya no reconocía a ninguno de los países como amigos, solo como obstáculos.
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𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐫𝐲𝐡𝐮𝐧𝐠𝐞𝐫𝐠𝐚𝐦𝐞𝐬 -Countryhumans
Fanfic¿El mundo? Un absoluto caos, y pensarás que tal vez esto saque el lado humanitario de todos. No puede haber algo más alejado de la verdad, los problemas sacan la parte más instintiva, egoísta y cruel de cualquier ser humano. Los países no son una ex...