¿El mundo? Un absoluto caos, y pensarás que tal vez esto saque el lado humanitario de todos. No puede haber algo más alejado de la verdad, los problemas sacan la parte más instintiva, egoísta y cruel de cualquier ser humano.
Los países no son una ex...
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Una chica de cabello castaño claro y largo corrió por el bosque, jadeaba de cansancio pero no se detenía, quería escapar de aquel lugar de mierda, ya ha pasado hambre y sed por días, sufrió y vió la violencia de allí, y en todo ese tiempo nunca dejó de odiar a ONU por hacerle eso.
Ella no se merecía eso, ella debía estar allí por error, ¿verdad?. Bueno, estaba ahí por una razón, pero Grecia quería negarlo y ponerse el halo de angelito.
Miró hacia atrás para comprobar que nadie la seguía, ella estaba segura de que Argentina y Chile buscarían matarla, todos buscaban ganar y ya no podía confiar en nadie, seguro que Italia la apuñalaría por las espaldas y las otras dos se juntarían para complotar contra ella. En resumen, estaba sufriendo un ataque de paranoia y ansiedad.
Mientras corría se tropezó con una roca y cayó al suelo, se levantó inmediatamente y se limpió el rostro con la mano, ya que cayó al suelo de cara, ensuciándose con tierra.
Al mirar para delante con la poca luz que había esa noche, se encontró con el muro, en su rostro no pudo evitar sonreír y en voz baja para si misma se dijo "Idiotas, yo me largo de aquí".
Grecia no estaba muy lejos del campamento donde estaban Argentina, Chile e Italia, pero ahora sería libre, escaparía de ese experimento social para después ir al despacho de ONU y arrancarle la cabeza con sus propias manos.
Observó el muro, tenía imperfecciones y se podía agarrar bien, no era resbaladizo al menos, se podía agarrar de las piedras bastante bien y Grecia tenía algo de experiencia en estas cosas, por lo que iba a llegar a la cima en unos minutos.
Mientras más trepaba más alto estaba, haciendo que a Grecia le empiece a dar un poco de náuseas y vértigo, pero ignoró ese sentimiento para reemplazarlo por supervivencia, si quería vivir para contarlo tendría que escapar.
Por fin. Llegó a la cima, no era muy ancho el muro, estaba por subirse, pero de repente, sintió un pie pisando su mano, impidiéndole subir, al mirar para arriba se encontró con Turquía.
El hombre de corto cabello negro la miraba con una sonrisa tétrica pegada en el rostro, y a Grecia se le salió el corazón al ver a Turquía, ¡¿Qué mierda hacía Turquía allí?!
—¡TURQUÍA, POR FAVOR NO!— Rogó Grecia con los ojos lagrimosos, mirando directamente a los ojos miel de Turquía, pero estos carecían de cualquier emoción, el hombre en la cima se rascó la barba corta y volvió a mirar a la de cabello castaño claro.
—Tú no me diste opción cuando mataste a toda mi gente, ¿no es así?— Turquía se arrodilló, quedando cara a cara con Grecia, que colgaba de la pared con las dos manos fuertemente agarradas al borde.
—¡Por favor! Yo lo sient-
La griega quiso terminar la oración, pero antes, fue interrumpida por Turquía, el de cabello color petróleo pisó los dedos de Grecia por completo, haciendo que caiga de espaldas.
