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mientras hyeongjun corría por su propia vida pensando en por qué wonjin solo lo corría a él cuando jungmo también había participado en eso de distraerlo, minhee y seongmin estaban sentados abajo de un árbol, escondidos por unos arbustos al rededor.

minhee no podía creer que se encontraba ahí. con seongmin hablándole de cosas a las cuales en realidad no estaba prestando mucha atención puesto que no podía dejar de centrarse en la forma en que sus ojitos brillaban, en las sonrisitas que se formaban en sus labios pequeñitos y en el lunarcito en su nariz que tanto deseaba poder besar.

a su parecer, seongmin era alguien muy sociable a diferencia suya que a penas y tenía un solo amigo, así que no le sorprendió que fuese tan amigable (también charlatán) con él apenas cruzó la calle y acercó a él.

en realidad, ellos jamás habían hablado antes, solo simples saludos solo porque woobin era un conocido que tenían en común, razón por la que se conocieron en principio. desde el primer momento minhee había caído rendido a los piecitos de seongmin.

— ¿estás escuchándome? —las manitas de seongmin se posaron ambas en cada mejilla suya, haciéndole sonrojar de inmediato por tal acción. el menor solo sonrió enternecido ante eso—. sos muy lindo.

si bien minhee tenía en claro que esas palabras solo las decía porque estaba bajo un hechizo, no pudo evitar que su corazón comenzara a latir con emoción. viendo atento esos ojitos brillantes que le devolvían la mirada.

— vos sos el lindo acá, seongmin. —le respondió.

en otra ocasión lo más seguro era que minhee no podría confesar aquello, mucho menos teniendo al menor tomándolo de las mejillas como lo estaba haciendo en ese momento, pero ahora se sintió lo suficientemente confiado para hacerlo.

y hubiera soltado otras miles de cursilerías más de no ser por su amigo pelinaranja que llegó corriendo a ellos, soltando un par de malas palabras al aire.

— ¡vámonos o el ariano nos acuchilla! ¡te juro que vi que tenía una navaja! —chilló exaltado, tomando del brazo a minhee para tirarlo lejos de seongmin y tratar de obligarlo a correr.

— ¡¿cómo va a tener una navaja, pedazo de boludo?! —le gritó de vuelta minhee, parándose para seguir a su amigo. no sin antes sonreírle con pena a seongmin y saludarle con la mano.

— ¡yo qué sé! ¡más rarito es!

por otro lado, wonjin apenas llegaba con seongmin. ambos amigos se quedaron viendo al otro par corriendo como si estuvieran siendo perseguidos cuando era por completo lo contrario.

— en serio, seongmin, esos dos pibitos son re raritos. —habló wonjin.

jungmo llegó a ambos con un paquete de papas fritas en sus manos, viendo también como los dos mejores amigos desaparecían al dar vuelta en una esquina.

— no son raritos. —respondió seongmin, soltando un suspiro tonto—. minhee es lindo.

— hyeongjun es tierno. —saltó jungmo, recibiendo una mirada seria de su novio.

— ojito vos.

el más alto se rió, acercándose para darle un besito en la nariz.

— celosito mío.

— ¡ay no! ¡no empiecen! —se quejó seongmin, yéndose con su ceño fruncido. la pareja solo se rió de él.

ya te quiero ver cuando estés de novio, pensó wonjin, tomando la mano del más alto para ambos seguir a seongmin que seguía quejándose de ellos.

CRUSH. ━ minijeu auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora