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minhee miraba disimuladamente su celular mientras fingía estar leyendo ese libro que woobin le había tirado por la cabeza diciéndole que buscara el contrahechizo para su cagada.

después de haber querido escapar por su ventana, enredándose con la cortina y colgando de cabeza ahí hasta finalmente caer, woobin lo metió dentro de la casa diciéndole que ya no se podía hacer el boludo. hyeongjun entró unos pocos minutos después, se había metido por la puerta de atrás ya que sabía que guardaban una llave entre las macetas de las plantitas.

— ¡mirá, le está tirando onda a una de las amigas de su hermana! —hyeongjun irrumpió el silencio del cuarto, tirándose exageradamente en la cama mientras fingía llorar.

— hyeongjun estoy tratando de leer por el amor de la luna, la próxima que grites te voy a hacer una macumba vas a ver —lo regañó woobin, el menor puchereó enseñándole su teléfono—. solo le dijo que estaba facherita, ¿a vos te parece eso tirarle onda a alguien?

— yo también estoy tratando de leer, callense. —mintió minhee, escondiendo su teléfono entre las hojas del libro. había logrado quitarle el teléfono al mayor de los tres cuando se giró a ver al pelinaranja.

— ¿qué libro estás leyendo minhee?

alzando su mirada hacia los otros dos, minhee se quedó procesando una mentira cual homero con su monito tocando unos platillos.

— sobre... curar... cosas. —murmuró.

— qué raro porque en la portada habla sobre cuán importante es mantener una relación con la luna.

— saben, hablando posta. —hyeongjun se sentó en la cama viéndolos—. desde que me enteré de todo esto solo pienso en que cuando se hablaba de brujos se los relacionaba con demonios y a los hombres lobos con la luna, que ustedes son medio raritos idolatrando la luna, no sé.

— es que te mentimos, en realidad somos hombres lobos-vampiros-brujos. —ironizó woobin.

minhee soltó una risita baja y hyeongjun solo rodó sus ojos, acomodándose mejor en la cama.

— ¿le puedo hacer yo un amarre a taeyoung? total, a él nadie le gusta.

alzando su mirada del libro, woobin miró al más chico de los tres que se reía en silencio ante sus propias palabras. minhee también hubiese reído, él también había hecho ese tipo de jodas antes, pero ahora había metido la pata y la verdad no tenía ganas de usar aquello como una broma.

— te callas o te saco a las patadas de mi casa. —advirtió minhee, hyeongjun negó con su cabeza.

— ustedes ni me soportan, mejor voy a escribirle a jungmo, él me quiere.

— hablando de jungmo. —woobin se acercó hasta la cama y se sentó al lado de hyeongjun, quien aprovechó aquello para apoyar su cabeza en los muslos del mayor y usarlo como almohada—. ¿qué onda vos con él?

— otro más. —rodando sus ojos, el pelinaranja volvió a mirar su teléfono—. no me gusta jungmo, somos amigos. además él tiene novio y yo no me meto en las relaciones de los demás, no me gusta.

— deberías haberle aconsejado eso a tu amiguito acá. —ironizó woobin y minhee solo lo miró indignado.

— ¡seongmin y taeyoung ni estaban saliendo, qué decis!

— dale pelotudo, si estaban a nada de salir. pero bueno, sigamos con esto que no terminamos más y la verdad no quiero que seongmin llegue a la parte posesiva del hechizo. —minhee se quedó pensando un poco en eso y woobin tuvo que darle una patada al aire para que volviera a la realidad—. escúchame, tarado, los celos son malos. peor aún si llegan mucho a la posesividad.

— me pregunto si taeyoung será celoso...

— ¿ustedes nunca me escuchan cuando les hablo, no?

CRUSH. ━ minijeu auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora