Chispas

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...cada vez estábamos más cerca. Nuestros labios se rozaron, pero entonces algo pasó. Mario se apartó. Me sentí humillada y confusa. ¿Por qué me rechaza si es el quién empezó? Bueno a lo mejor el amor es así pero no sé. Entre tanto me di cuenta de que la película acababa de terminar. Mierda, me he perdido el final. Primera vez que veía la tele y ala, voy y desaprovecho esta oportunidad.

- Voy a subirlas a las habitaciones, es muy tarde. ¿Me ayudas? - me preguntó Mario. - Por cierto lo que ha pasado ahora a sido una tontería, somos primos, a quien se le ocurre - y se rió, parecía un poseso y me asusté.

- Vale te acompaño.

- Por cierto tienes mucha electricidad porque casi me aturdes al besarme - terminó diciendo.

Mira mira no digo nada porque porque bueno... ¿Yo? ¿Intentarlo besar? JA. No se si habrá tratado con muchas chicas pero yo no soy como todas y no me dejo tomar el pelo por muy guapo que sea. Lo único que no se es a lo que se refería con lo de la electricidad. Bueno digo yo que serán cosas que pasen siempre, no lo sé. Lo único que le salva de que no le haya dicho todo esto es que es mi primo y es muy majo, si no se iba a enterar. A veces soy demasiado impulsiva pero no pienso cambiar.

Subimos primero a mi hermana, la metí en la cama, la arropé y la besé en frente como hacía mi madre.Luego subimos a Abril, su habitación era de color rosa y tenía todas las princesas disney pintadas por las paredes. Era bastante grande y todo en general formaba una armonía de encontrarte en un sueño, un mundo fantástico. Ojalá hubiera sido así mi habitación cuando era pequeña.
Por último subimos a María y cuando la fui a besar se despertó.

- Perdón por despertarte - susurré.

- No has sido tú a sido un chispazo - digo tranquila.

- Dulces sueños - la dije finalmente mientras cerraba la puerta.

Otra vez un chispazo pensé. Va no será nada porque a mi hermana no la ha pasado nada al besarla. Finalmente me fui a mi habitación.

- Buenas noches - me digo Mario.

- Buenas noches - respondí.

Me metí en la cama y no tardé en concienciar el sueño

A la mañana siguiente nos despertamos muy tarde. No nos habíamos dado cuenta y ya eran las doce. La verdad es que de todo el día de ayer estábamos agotadas.

Bajamos a desayunar en pijama y resulta que vemos a todos con trajes y de negro, como si estuvieran de luto.

- Pasa algo- pregunté asustada

- Si... - titubeó Susana - esta noche han asesinado a una vecina de unos sesenta años, Carmen, esta mañana han encontrado su cadáver en la playa - la caían lágrimas de los ojos y dejó de hablar.

- La han electrocutado. No sabemos si es un accidente o un asesinato - dijo mi tío.

- Nuestro padre es policía e investiga el caso - terminó diciendo Jose.

¿Un muerto? Justo la primera noche que paso yo aquí. Seguro que piensan que es mi culpa. Espero que no porque yo soy inocente. O al menos que mi familia no lo piense. Lo que los vecinos piensen me da un poco igual.

Nos dirigimos al tanatorio de Pontevedra. Cuando llegamos solo estábamos la gente de su urbanización. No sé si tendría hijos pero se ve que si los tenía no se habían enterado. Nos dirigimos a ver al cadáver, solo le iban a tener ahí hoy. Después los forenses se lo llevarían para investigar sobre la muerte. Mi hermana y mis primas se quedaron un momento fuera, creo que de tan pequeñas no hay ganas de ver a un muerto. Entramos en la sala. La señora era bajita, tenía el rostro lleno de quemaduras, me da a mi que esto parecía más un asesinato que un suicidio.

- Llevamos uno - oí.

- ¿Habéis dicho algo? - pregunté.

- No, ¿por? - respondieron.

- Por nada - terminé diciendo.

¿Quién había dicho eso? Bueno, tal vez no ha sido nadie.

Estuvimos en el tanatorio una media hora y luego volvimos a casa. Susana empezó a preparar la comida y decidí ayudarla. Preparamos unos creps de jamón york y queso y de segundo una lubina de la ría riquísimos.

Después de comer el tío fue hacia el deposito de cadáveres y decidí ir con él. Cuando llegamos el cuerpo estaba extendido en una camilla cubierto con una sábana blanca. Mi instinto asesino se estaba despertando, adoraba el misterio que produce. Luis se dirigió hacia ella y al levantar la sábana...

Mi Verdadero SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora