Augur y Oráculo

CAPITULO 2

La cueva de Rachel en estos últimos días era un desastre. Todas sus pinturas y dibujos eran un desastre, pero ella sabía perfectamente lo que significaba. Desde ojos celestes hasta osos de felpa, estos últimos le parecía absurdo, ¿Quién vería predicciones en la felpa de esos pobres e indefensos peluches? Pensaba. Bueno, el punto era en que NO, ese estúpido Augur no tiene que intervenir en las visiones, Afrodita se estaba metiendo en una mala zona, además de que tenía el espíritu de Delfos dentro, ella no quería nada con él.Primero porque parecía un tonto niño de 5 años andando con peluchitos y esas cosas, segundo era arrogante y todos lo odiaban, la lista era innumerable, pero esas dos eran las principales razones.

Después del incidente con el cepillo azul, sus sueños se hacían mas reales y coloridos. Ella trataba de controlar sus sueños pero estos no la dejaban. Un día despertó y se preguntó ¿Octavian también tendría sueños así? Solo había una manera de averiguarlo, a Rachel no le gustó, pero tuvo que hacerlo para que sus dudas estén claras.

Encontró a Octavian en el comedor tomando un jugo de naranja con los ojos cerrado, se veía concentrado. Rachel sintió algo en el estómago, no le dio importancia y se paró delante de él.

-          ¡Buenos Días Señor Peluche! - Octavian dio un brinco y casi se atraganta con su jugo, dio unas pequeñas tosidas y miró a Rachel como siempre, molesto.

-          ¿Y ahora qué? - Rachel odiaba ese tono de voz, lo jaló de su camiseta celeste hacía un lugar en dónde los campistas no los pudieran ver - ¿Pero qué…? - Murmuró Octavian.

-          Tú solo escucha - Le dijo Rachel en un susurro. Octavian alzó una ceja y se cruzó de brazos.

-          Habla rápido.

-          Hablaré cómo se me de la gana.

-          Pues entonces no te escucharé.

-          Lo harás.

-         No lo creo.

-          ¡LO HARÁS!

-         ¡NO, NO LO HARÉ!

-          ¡BÁJAME ESA VOZ JOVENCITO!

-         ¡NO! ¡NO QUIERO! LA LA LA - Octavian empezó a gritar.

Algunos campistas salieron de sus cabañas y los miraron algo estupefactos y sorprendidos. La Cabaña de Afrodita no perdió su tiempo y algunas chicas estaban murmurando cosas y soltando risitas.

-          ¡Hay eres un tonto! - Rachel se palmo la frente lamentándose. Octavian la miró aun cruzado de brazos luego posó sus ojos celestes a los campistas.

-         ¿Qué están mirando? - Le espetó. Algunos campistas se fueron, pero la cabaña de Afrodita los miró con risitas y miradas pícaras. Rachel molesta se dio media vuelta y su melena roja le dio una leve cachetada a Octavian, éste olió su shampoo.

La pelirroja dio zancadas hacia su cueva y se echó exhausta en su cama, "Es como un niño de 5 años, la única excepción es que los niños son lindos".