𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑

O3.

Ya habían pasado un par de semanas en que el de tez oscura iba a visitar a los chicos de la iglesia, parecía que se había vuelto parte de su rutina, pasaba buenos ratos con la alegre pelirrosa y su compañero, ayudaba un poco con los arreglos de la iglesia y mantenía una agradable relación con ambos. Ruv se volvió un poco más cercano a él, aunque a veces tenían sus desacuerdos que terminaban llegando a otros extremos, pero de igual manera trataban de llevar su amistad.

Llevaba dos días seguidos yendo de visita, por lo que este día decidió no ir para no ocasionar algún inconveniente, estaba en el callejón que frecuentaba a menudo dibujando uno que otro graffiti para entretenerse, no esperaba a nadie, aunque entre su grupo de amigos, Hex era el más propenso a aparecer de la nada para llevarlo a algún lugar. Últimamente su guardia estaba baja, sentía algo de paz después de tanto tiempo, mas aun así no podía confiar mucho en que estaría bien.

—Whitty —escuchó a sus espaldas, haciéndolo voltear.

—¡Ruv! ¿Qué haces por aquí?

—Y-Yo... —se sonrojó con levedad, pensando en cómo excusarse al respecto, no quería decir que estaba ahí por él—. Iba de paso, sí...

—Oh bueno, en ese caso puedo decir que no pensaba pasar por la iglesia hoy, pero llévale mis saludos a Sarvente —sonrió ligeramente.

—¿Por qué no irás? Quiero decir, no es que me importe, pero a Sarv sí y querrá detalles —se encogió en hombros, disimulando a la perfección sus nervios.

—Fui dos días consecutivos, me pareció mejor dar una pausa para no crear inconvenientes.

—Tú no causas ningún inconveniente —murmuró para sí mismo, provocando una mueca confusa en el más bajo.

—Como sea, ¿quieres pasar un rato con Hex y conmigo? —volvió a sonreír mientras guardaba la lata de pintura en el bolsillo de su sudadera.

—Hex no me avisó sobre planes para hoy...

—Pff es lo de menos, una visita sorpresa le vendrá bien —bromeó, tomando su mano para salir del callejón—. Además, estará encantado de recibirnos.

Ruv no respondió, sólo se quedó observando el agarre de sus manos mientras caminaba detrás de Whitmore, sentía ese agarre diferente, no era ni un poco igual a cuando él y Sarvente se tomaban de la mano. No podía evitar sentirse algo extraño, no estaba acostumbrado a eso pero por alguna razón, no quería soltar por nada del mundo ese agarre.

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Uno, dos, tres toques a la puerta bastaron para que el robot saliera con una sonrisa en su pantalla a ver quién estaba en su puerta, llevándose la sorpresa de ver a sus dos amigos juntos.

—¡Whitmore, Ruv! —dijo con alegría, haciéndose a un lado para dejarlos pasar—. ¡Que sorpresa tenerlos por aquí!

Los dos pasaron al interior del acogedor lugar, adentrándose hasta la gran sala, tomando cada uno un asiento en el sofá. Hex cerró la puerta y les siguió después, estaba bastante emocionado de recibir esa visita, sobretodo por ver a sus amigos conviviendo juntos sin él.

—No esperaba visitas pero es lindo que vinieran, les prepararé algo de comer, ¿qué dicen?

—Suena bien para mí —dijo Whitty, deslizándose un poco en el sofá para quedar el la postura que prefería—. ¡Oh! Deberías hacer un pie de manzana, sé que tardarías más pero Ruv tiene que probar esa delicia que haces.