𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟶𝟷

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THE BAKERY
c a p í t u l o  0 1
Un caso perdido











VIERNES POR LA MAÑANA

—Rayos... Me quedé dormida otra vez —murmuré mientras caminaba a la puerta y al mismo tiempo me amarraba el delantal rojo a la cintura—. La señora Tsukumo debió haber perdido su pan francés del desayuno ya...

La señora Tsukumo era una de las clientes frecuentes de mi panadería. Ella y otros varios ancianos más, pero ella había comenzado a comprarnos pan y tortas apenas abrimos la tienda, así que solía apartarle cuatro panes para la mañana y seis para la tarde.

Sin embargo, con la universidad en semana de exámenes, yo no había tenido nada de sueño reparador. Además, mi hombro estaba hecho mierda desde que era la única amasando porque Shikichi estaba con licencia.

Debido a que tuvimos que cortar gastos, ahora solo era yo en la panadería, así que trabajar ahí y dar exámenes en la universidad al mismo tiempo no había sido muy bonito los últimos meses.

No recordaba mis días sin tomar café.

Respiré profundamente y di vuelta el letrero de "Cerrado" a "Abierto".

—Abriste muy tarde hoy... —dijo él y yo suspiré, ladeando la cabeza al verlo esperando afuera.

El sujeto frente a mí había comenzado a ir hace unos dos meses. Siempre compraba lo mismo en la mañana y en la tarde.

Compartíamos conversaciones muy efímeras y ni siquiera sabía su nombre. De todas formas, su personalidad era muy indiferente, casi no dejaba aperturas para que mi costumbre de hablar con los ancianos funcionara en él, pero los abuelitos me caían mucho mejor que cualquier otro tipo de personas.

—¿Llevas esperando mucho? —le pregunté.

Él negó y caminó conmigo hacia el interior de la tienda.

—Tienes cara de enfermo, ¿estás bien? —pregunté.

Me limpié las manos con una toalla húmeda y me puse guantes mientras le miraba interesada.

—La única que se ve enferma aquí eres tú —contestó.

Me reí brevemente por su chiste y poco entusiasmo.

—No he podido dormir bien estos últimos días, y me pesa mucho el hombro —le dije y, sin preguntarle, comencé a echar el típico sándwich que siempre compraba en una bolsa de papel.

—Si te sientes mal deberías ir al hospital —me aconsejó y asentí.

—No es una opción muy viable para los pobres como nosotros —le contesté.

Estiré la bolsa hasta él y la tomó con su mano derecha.

Su actitud estirada no se iba ni siquiera cuando parecía estar en sus días libres. Usualmente usaba un traje perfectamente planchado y una camisa abotonada hasta el cuello como si no quisiera respirar. Además usaba corbatas divertidas. Todos los días utilizaba una distinta. Incluso un día se me ocurrió la idea de tener un registro de sus corbatas, y al día siguiente de eso me encontré anotando todos sus tipos. Hasta me di cuenta de que tenía corbatas reversibles.

Pero él estaba usando un pantalón de chándal gris y una camisa blanca algo arrugada.

—Gracias, vuelve pronto —le sonreí.

The Bakery | Nanami Kento (Jujutsu Kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora