The Bakery | Nanami Kento (Jujutsu Kaisen)

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟶𝟻

THE BAKERY
c a p í t u l o  0 5
Un gran pastel

MIÉRCOLES POR LA MAÑANA

Me arreglé la coleta en mi cabello una última vez antes de abrir la puerta y hacer que la campana sonara.

          —¿Recuerdas todo lo que te dije? —pregunté a Nanami, que estaba detrás de mí—. La señora Tsukumo viene todos los días, y si no viene ella vendrá su esposo, ¿si? Debes apartar...

          —Apartarle seis panes —me interrumpió—. Lo recuerdo, tranquila —continuó y respiré hondo.

          —Muy bien... —murmuré y tomé una gran bocanada de aire—. Llámame si tienes problemas y... y...

          —Kaori-san —me llamó y alcé la vista hasta sus ojos—, tranquila.

          Su mirada reflejaba cierta comprensión que me hizo suspirar.

          —Sí... —murmuré—. Entonces... Me voy...

          —Esfuérzate —me dijo y me dio un pequeño apretón en mi hombro—. Avísame cuando llegues allá.

          Le sonreí y le levanté los pulgares antes de salir de la panadería para asistir a la universidad por primera vez en mucho tiempo.

          Debido a la situación con mi madre, tenía un justificativo especial para faltar a clases, pero necesitaba hablar con el profesor antes de continuar con la investigación.

          Había recabado un montón de información valiosa, pero no podía seguir con ello si el profesor no me daba su visto bueno primero.

          La universidad era algo caótica para mí. No me agradaban del todo las multitudes.

          Antes de empezar a faltar desarrollé una seria ansiedad social que no me permitía salir de mi casa ni por dos minutos, y mucho menos me atrevia a hacer en un país como Japón que casi siempre tiene sus calles repletas.

           Sin embargo, en el tiempo en el que había tenido que trabajar sola y por mi cuenta, había podido mejorar de forma considerable en mis habilidades sociales. Por ejemplo, ahora iba directo a la universidad en el tren mientras jugaba con mis dedos, y si una señora me miraba, le daba una sonrisa sin parecer forzada.

          Nanami me había dicho que lo que estaba haciendo era algo inteligente; hablar con mi maestro hasta por la más mínima cosa haría que mis resultados fueran en ascendencia, y saber que Nanami estaba de acuerdo con mi idea de pedir consejo me ayudaba a calmar mis nervios.

          Estaba contenta de poder contar con él, la verdad...

          Oyuki había estado preguntándome un montón de cosas sobre Nanami, y no es que no quisiera decirle lo agradable que era, pero tampoco tenía la intención de contarle tanto de él. Incluso si Oyuki no tenía la idea de investigar a Nanami como el caso para su investigación, debía ser cautelosa.

          Por alguna razón no quería que nadie estropeara mi trabajo, y tampoco tenía ganas de que otra persona viera en Nanami lo que yo vi en él.