La historia de Iino Miko (un mundo sin Ishigami)

CAPITULO 2

Ha pasado más de un mes desde el funeral de Ishigami, todos sus amigos le dieron el último adiós, pero de entre todos ellos había una persona, que aún no lograba superar su perdida, cada día después de clases, ella lo visitaba sin importar lo ocupada que esté o el duro invierno que soportaba, ella siempre estaba presente para hacerle compañía contándole de cómo estuvo su día y el de los demás.

- Sabes, hace unos días me enteré que kino-senpai dibujaba un doujin, y tú lo ayudabas como su editor, por un momento creí que se trataba de un intento fallido para hacernos creer que tenías amigos fuera del consejo estudiantil y el club de animadores, pero está mañana me encontré con Cose-senpai, ella me contó toda la verdad que al enterarse de tu muerte dejo de dibujar, al final jamás supe de que trataba.

Mientras Miko con una expresión de tristeza se perdía en sus pensamientos recordando el pasado, es sorprendida por dos personas que ella conocía muy bien.

- Presidente, Shinomiya-senpai ¿qué hacen aquí?

- Fue gracias a tus esfuerzos terminamos todo el trabajo pendiente, así que decidimos aprovechar el tiempo para visitarlo y traerle unas flores, pero ¿qué hay de ti Iino, es un poco inusual verte actuar de esa forma?

Miko a diferencia de otros, ella no podía mentir de forma tan natural, pero tampoco podía contarles la verdad sin que esto genere un manojo de malentendidos, así que viendo en la situación en la que se encontraba solo se le ocurrió una respuesta.

- No lo malinterpreten, solo lo hago porque ambos éramos compañeros de clase y miembros del consejo estudiantil... bueno ya me voy a casa, aún tengo mucho trabajo pendiente y no puedo perder más tiempo quedándome aquí.

La mayor parte era mentira, Kaguya era consciente que las cosas no estaban bien, desde ese día del accidente el comportamiento de Miko era muy extraño, la dedicación a su trabajo era más intenso de lo normal, causando una incomodidad en el resto de los miembros del consejo estudiantil y encontrar un momento para charlar le resultaba difícil, así que no podía dejar pasar esta oportunidad, sin más demora ella sujeto su brazo impidiendo su escape.

- Espera Iino-san

- ¿Cómo pueden...? ¿cómo pueden estar tan calmados? dime algo Shinomiya-senpai ¿por qué nadie me echa la culpa de lo que pasó? no hice nada para evitarlo, todo esto ha sido duro para mí si tan solo... sí tan solo no lo hubiese dejado solo todo esto pudo haberse evitado.

- ¿Y porque habríamos de echarte la culpa? tu eres una chica buena... que Ishigami muriese no fue culpa de nadie ¿verdad?

Ante esas palabras miko se dejó caer sobre sus rodillas y llorar incontrolablemente.

Que debería hacer jamás fui muy bueno para este tipo de situaciones si no elijo las palabras correctas solo terminaré empeorando la situación.
Shirogane buscaba una forma para acabar con este momento incómodo - .... - antes de pronunciar una palabra Shirogane es interrumpido por una mano que toca su hombro.

- Iino-san te parece bien si vamos por un café, yo invito.

Apenas llegaron a una cafetería lino comenzó a contarles todo lo que pasó en casa de Tsubame, incluyendo la última noche del festival cultural y su confesión en el hospital sin omitir un solo detalle.

- Ya veo así fue como empezaste a sentir afectó por Ishigami-kun.

- Si lo pones de esa forma se podría decir que es cierto - Miko trató de ocultar el sonrojo que reflejaba su cara - Eso no es todo, cuando le pregunté a Tsubame-senpai, lo único que me respondió fue que ella lo rechazo...

- No ganarás nada si lo piensas mucho deberías regresar a casa y descansar un poco.

- Eso haré, por cierto presidente, me he estado preguntando en todo el día ¿que hay en el interior de esa caja?