Capítulo Dos

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Louis siempre diría que lo que más ama en su trabajo eran los trajes, pero lo cierto era que eran los bollitos y el café de la cafetería. La comida lo inspiraba y hacía feliz, esa es una de las razones por las cuales, a sus veinte, cuando su novio Chris lo dejó, Louis engordó nueve kilos en una semana.

Fue una época oscura que lo horroriza, por eso Louis iba a entrenar al gimnasio de vez en cuando.

Un hombre trajeado y de cabello largo entró en las oficinas de Dior. Algunos lo miraron con temor, otros curiosos y otros de manera lasciva. Era muy alto, de hombros anchos, cabello atado con una gomilla negra y el principio de un gran tatuaje por la espalda se asomaba por su cuello.

Los zapatos negros del arquitecto resonaron, un sonido plano, uniforme, frío. Parecía cansado a pesar de que unas gafas negras totalmente opacas ocultaban sus ojos; caminó hasta Maya que estaba sentada en el escritorio y ya estaba temblando ante ese hombre que medía un metro noventa y poco.

El fornido y musculoso hombre retiró sus gafas negras, los ojos verdes fríos e inexpresivos la miraron. "Buenos días, señor.." Maya titubeó, tratando de mantenerse firme y no chillar espantada y correr hacia otra sala. "¿Puedo ayudarle en algo?"

"Deseo hablar con el señorito Louis Tomlinson" Explicó de manera educada, pero no más suave.

Maya boqueó un par de veces. Dio una rápida mirada al moderno reloj en la pared de al lado, era la hora de descanso de Louis. "Es que... Un segundo, ahora lo llamo"

"Mmh, dígale que Edward Styles lo busca"

La chica se excusó para ir a por Louis, Edward metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros ajustados negros que marcaban sus trabajadas piernas largas. Subió sus gafas sobre su cabello y se encaminó a mirar un par de cuadros de ahí. 

En ellos se veían a un chico rubio bien vestido y a un chico castaño de ojos azules con tacones, al lado de un par de modelos. Parecían posar muy felices y animados, y la Torre Eiffel estaba detrás de ello, de noche. Edward frunció un poco el ceño.

Unos muy furiosos tacones resonaron esta vez, sus ojos verdes se dirigieron hacia el sonido. Louis caminaba furioso y con tacones que no parecían impedirle corretear, tenía su cabello hacia atrás gracias a una bandana amarilla pastel. 

"¡Por qué todos me buscan en mi descanso!" Exclamó Louis a nadie, suspirando. Edward enarcó una ceja, porque a medida que Louis se acercaba veía lo muy pequeño que era a su lado. Louis prácticamente era la mita de él, Edward podría cargarlo con un solo brazo y no lo sentiría.

Carraspeó "Buenos días, señorito Tomlinson"

"Lo eran antes. ¿Qué necesita?" Inquirió molesto. Tenía sus labios relucientes y brillosos por el azúcar del bollito que se estaba comiendo antes de que irrumpiesen su sagrada comida.

"Lamento molestarlo, pero mi prometida me insistió en venir" Edward no pudo evitar gruñir por el recuerdo de Kendall insistiendo infinidad de veces en que fuera a verificar su vestido. Lo presionó tanto hasta que Edward simplemente salió de su oficina gruñendo y echando humo por las orejas.

Louis se cruzó de brazos, ladeando su cadera; fue un gesto que Edward no pasó para nada desapercibido. "¿Y usted viene en mi descanso, irrumpiendo en mis actividades, solo porque su prometida insistió?" Repitió Louis, resoplando "Señor Styles, ustedes no son mis únicos clientes. Espero que entienda que no puedo tener un vestido tan complicado de la noche a la mañana"

Edward apretó sus labios, asintiendo. Él lo sabía, pero deseaba quitarse de encima a Kendall "Lo sé"

"Además, su prometida deseó demasiados adornos decorativos. Entiéndalo, ella sabía que iba  a tardar más"

Add more lipstick and attack ;; trillizos!stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora