Capítulo Cinco

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Cuando Louis trabaja, nadie lo para. Su mente es como una caldera imparable a punto de estallar; no puedes cortarle la imaginación e inspiración, o de lo contrario él te cortará la lengua y la corbata.

Maya y Mateo trataban de apuntar y seguir todas las ideas de Louis, que chillaba cada nueva idea que se cruzaba por esa cabecita suya tan creativa. Iba montado en unas botas de tacón de cuero negro y unos delgados pantalones de franela femeninos se apegaban a sus curvas y a sus muslos.

Taconeó emocionado y tomó una de las plantillas. "¡Esto!" Exclama, alzándolo como si se tratara de Simba en el Rey León. "¡Sí, esto es lo que buscamos!"

Mateo parpadeó incrédulo, observando el color "¿Naranja y negro?"

"¡Sí!" Mostró la lámina, sus ojos azules abiertos de manera emocionada que, si no fuera porque Louis lo despediría, más de uno diría que es enternecedora. "Imagínalo, colores cálidos contrastando contra la oscuridad; lo negro, lo negativo. Una explosión de color y pasión, masculino y destructor. ¡Me encanta!" Chilló, emocionado y enamorado de su propio proyecto.

Maya asintió energética y apuntó todo, Mateo meditó un par de cosas, muy interesado en la gran idea de Louis. "¿Y para las mujeres? Podemos poner unos tacones negros, para los vestidos pueden llevar una pequeña capa—"

Louis lo fulminó con la mirada y taconeó rápido hasta el hombre. Con su dedo índice pinchó su pecho "¡No!" Gritó, pareciendo furioso de repente. Mateo alzó sus manos en muestra de inocencia, aunque medía veinte centímetros más que Louis.

Cualquiera era más alto que el pequeño diseñador. Pero no más grande, Louis era el más grande y poderoso de ahí.

"Debe ser increíble, fantástico, innovador." Murmuró bajo, casi pensativo, Mateo lo obervó con cautela. Louis enrrolló la lámina y comenzó a golpear el hombro del hombre de repente, poniendose de puntitas. "¡Sin capa!" Exclamó, alagarnado la «a» a medida que lo golpeaba.

"¡Vale, de acuerdo, lo siento!"

Todos sabían sobre Louis y su odio hacia las capas femeninas o masculinas.

El pequeño diseñador caminó hasta su escritorio y sacó un par de fotos. Agarró su banquito, lo colocó delante de Maya y Mateo y se montó.

"Todas las modelos que usan capas se caen, tropiezan o la queman" Siguió exclamando molesto. Fue mostrando las fotos, lanzandolas al aire "¡Paris, India, Gran Bretaña, Portugal, Ecuador, Estados Unidos, Australia! ¡Todos fracasos!"

Maya y Mateo estaban aterrorizaos, lo último que querían era revivir ese día en el que Louis lanzó su café por la ventana cuando unos diseñadores de Prada sugirieron hacer los vestidos más estrechos y poner capas porque para lucir hay que sufrir.

Louis está totalmente en contra de eso.

"Louis—" Niall llegó, y se quedó callado al ver a un pequeño Louis muy furioso y rojo de rabia. Parecía del color vino de la plantilla del escritorio, Maya y Mateo lo miraron con urgencia. "¿Qué mierda..?"

"Qué quieres, Niall" Exigió. Peinó su cabello de nuevo, acomodando su cárdigan femenino francés. No era su culpa que la ropa femenina se ajustara mejor a sus curvas y cintura que la ropa de hombre. La ropa no tiene género para Louis, pero tampoco le importaba llamar a su ropa "femenina".

Niall parpadeó. "¿Reviviendo lo que pasó en París?" El rubio estuvo en esa horrible y desastrosa gala, recuerda lo mucho que Louis lloró y cómo su maquillaje se corrió hasta crear ríos negros de maquillaje corriendo desde sus ojos hasta desembocar por todas sus mejillas.

Fue gracioso y deprimente. Louis no sabía en aquel momento si reírse de las caídas o llorar por el total fracaso.

Pero lejos de caer en la tentación de enfadarse, Louis colocó sus manos en sus caderas como si de una jarra se tratase y levantó bien alto su barbilla. "Cariño, yo nunca miro al pasado. Me distrae del presente"

Add more lipstick and attack ;; trillizos!stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora