Epílogo

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Narrador

Wolf.

Ese había sido el nombre que había elegido cuando le dijeron que sin uno no podría casarse con Slim.

El nombre le iba bien, era tan protector y posesivo además de ser parte lobo. Había sobrevivido toda su vida llena de atrocidades en un laboratorio, había sido un lobo solitario hasta conocer a su pareja de por vida y había sobrevivido el choque de un avión en el amazonas.

Aún estando sólo y sin esperanzas en la selva, jamás dejó de pensar en volver a Slim, su hogar. Tal vez él no había salido de la selva por si sólo pero había resistido completamente ileso hasta que lo encontraron.

Los chicos de la ONE casi se dan por venicidos y despegan su jet. Pero los movientos irregulares en los árboles les alertaron que alguien se acercaba. Había sido difícil convencerlo de que querían ayudarlo. Nombrar a Slim casi lo hablando, pero el desesperado macho lobuno había causado algunos problemitas. Preocupados porque el hiciera daño a alguien lo cedaron y encerron. Para Trey, no fue el mejor plan para entablar una bonita amistad con el gruñón de Wolf.

Le habían hablando poco de Slim, sólo que había sido rescatada y que estaba esperando por él. Trey no le dijo nada sobre su desencendencia, era el tipo de sorpresa que te da la persona que amas. Así que solo se limitó a contarte donde irían, como era la Reserva, como vivían allí y también le habló del matrimonio. Sólo lo importante.

Volver a verla le derritió es corazón, Slim era su más grande tesoro y debilidad. Ella le había recibido con el corazón abierto y no podía creer que eso de verdad estaba pasando.

Él y Slim siendo libres... aunque ya no eran sólo los dos.

Sus cachorros.

Sus aromas eran... Olían a Slim y él, y... a orina, y a popó. No entendía pero despertaron a la bestia posesiva dentro de él. Verlos fue una experiencia inolvidable, maravillosa y confusa. Eran tan pequeños, indefensos y frágiles que no podía dejar de admirarlos. Eran miniaturas de él y de Slim.
No, no eran ratones definitivamente.

"Ellos son nuestros cachorros. " había dicho Slim. ¿De él? Nunca los había visto antes de ese día pero ¿ahora eran de él?; Y aúnque no entendiera bien de donde habían salido o porqué eran suyos, no los quería lejos de él.

Slim y casi toda Homeland le habían dicho que eran de ambos, que ellos los habían hecho y que aunque hayan salido del estómago de Slim, eran de él también.

No entendió un carajo.

Bueno, no era un tonto. 2+2 eran 4 y las luciérnagas no tenían una bombilla en el trasero. Lo había aprendido, fue difícil pero podía ser un buen estudiante.

Primero: Slim era una hembra, y que hembra; sus bonitos pechos no estaban ahí solo para que él pudiera dormir sobre ellos, sino para albergar leche sabrosa para sus cachorros..., y para dormir sobre lo que quedara ellos cuando sus hijos estuvieran alimentados.

Segundo: Su "vagina" no sólo era su paraíso personal sino que era un portal de cachorros, no entendio bien lo del como funcionaba el portal pero lo vería trabajar de cerca la próxima vez que trajera a un nuevo cachorro. Tenía mucha curiosidad.

Tercero: Ella se ponía redonda, no gorda, cuando estaba preñada. Los cachorros crecían dentro de ella, se ponían bonitos y sanos.

Básicamente lo que había entendido en sus clases de rehabilitación de Nuevas Especies era que:

Ahora tenía una familia.

Dos semanas después del reencuentro de Slim y Wolf. Se habían casado.

Especies Alteradas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora