Cena romántica

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Si, había notado el mal humor de Pip en los últimos días, si, no estaba teniendo tiempo para dedicarle a Pip como lo hacía antes y por eso estaban ahí, sintiéndose incómodo por Pip por primera vez, comiendo comida y sintiendo la tristeza de su amante.

—Pip esto no es romántico.— dijo soltando la servilleta arriba de la mesa, sacó dos billetes de cien dólares y los dejó arriba de la mesa —Vamonos.

—Damien solo quiero irme a dormir.

—Tienes depresión no iremos a dormir.— se levantó Damien tomando la muñeca de Pip para llevarlo fuera del restaurante. —Solo estás trabajando trabajando trabajando, no podemos simplemente estar trabajando, trabajas desde los catorce por dios date un descanso.

—Damien en serio solo pido irme a dormir.— el azabache se enojo —Vamos está súper oscuro ya es tarde — lo tomó fuertemente de la muñeca y en un parpadeo se encontraban en una pradera, millones de flores estaban en sus pies.

—Cual es tu escusa Philip.— Ni siquiera lo pregunto, solo lo había soltado, vio la mirada de Pip tan vacía, sus ojos celestes brillaban por su aura demoniaca eran un cielo neon que era adornado por ojeras, le mostró sus puntiagudos dientes a Pip, sabía que si seguía agotando la paciencia del rubio se iba a golpear entre las flores.

Lo conocía como si hubiera nacido junto a él, era su mejor amigo y ahora su pareja, sabía las manías, las incoherencias de Pip y la forma que tenía de actuar, Damien siempre dijo que cuando Pip perdió la inocencia en los pasillos del infierno se había convertido en otro rubio e insufrible demonio más de la nobleza, no le importaba eso, ya que sabía que Pip hacía una excepción con él y le mostraba su verdadero yo, desligando su sangre demoníaca azul para darle sus sentimientos más humanos del mundo... Pero ahora Pip no le hacía diferencia, no estaba poniendo su parte en la relación, no estaba deseoso de la presencia del Anticristo, no quería tenerlo cerca y de forma asquerosa no quería tener a nadie cerca.

—Damien vayamos a casa.— Damien rió, al fin estaba poniendo algo de si en esta relación, sabía que Pip si tanto quería ignorarlo solo se limitaba a teletransportarse de vuelta a su casa pero ahora lo estaba enfrentando, las flores blancas fueron manchadas por la sangre de Pip el azul elegante se convirtió en un rojo que hizo que todas las flores se tiñeran del carmín

—Ni siquiera me miras.— gruñó — ¿Qué nos está pasando? Vamos Philip no tenemos quince años, si me eres infiel dímelo en la cara, soy demasiado purista como para seguir creyendo en que seas mío por toda la eternidad.— El rubio dejo de morderse el labio, simplemente se acercó a Damien tomando su mano, el azabache sintió lo peor, se sentía quebrado. —Fuimos la pareja más sana de todo el mundo.

—¿Fuimos?.— el sol brillaba la coronilla de Pip, Damien pudo verla cuando el rubio se agachó en el piso para sentarse, todavía tenía su mano agarrada. —Damien somos unos putos demonios y tenemos la relación más espléndida y envidiosa. Solo conprendeme.

—¿Sabés que me haces mal?.— su voz se estaba quebrando —Por que ambos éramos uno, era tuyo y eras mío, ya no somos nadie.

—Damien para.— Trató de bajar a Damien al piso pero este solo se soltó del agarre agresivo.

—¿Parar que? Ya no pones nada de ti y para colmo me engañas ¿Por qué no fuiste sincero? Porqué no me dijiste que querías otras cosas? ¿Porqué tenías que esperar hasta sentirme como una mierda? Siempre fuimos considerados con el otro apesar que había broncas y odios entre nosotros, nunca ni cuando éramos niños, no puedo creer con la inmadurez que estás tratando esto.

—Damien... No te soy infiel, no te odio y te sigo amando.— Pip se acostó en el suelo aplastando algunas flores, ya no le importaba el discurso de Damien, era saliva de malentendidos. —Solo quiero descansar.— se tapo la cara para que no entrara el sol.

—¿Me vas a ignorar?

—Como tu lo haces conmigo, vamos Damien, duerme conmigo.— el pelinegro enojado se acostó, Pip tomó su mano y se acurrucó.
—Solo... Paremos todo, por unos momentos.

Damien se quedó ahí, mirando las nubes hasta sentir los ronquidos leves de Pip, eran adultos y parecían desconocidos... Sentía como los años junto a Pip se iban a desvanecer en recuerdos y nostalgia, ya no conocía a Pip, ya no entendía que era lo que realmente pasaba por su mente, la inocencia, la psicosis o el agradable deseo nada estaba en el británico, Damien lo sentía tan cansado y vacío.

—Pip que pasa?— susurró angustiado, el rubio despertó al sentir el murmuro.

—La eternidad me agota, no es agradable estar en esta sin ti.— Se corrió para ver a Damien. —Soy emocionalmente dependiente de ti.

—Pff ¿me extrañas?

—No solo es extrañar me pongo asquerosamente triste sin ti.— ambos ojos se encontraron —¿Qué hago?

—Vamos de vacaciones.

—No Damien el problema no es el trabajo.

—Vamonos de vacaciones.— insistió infantil.

—Pero no ayuda nada y ¿Quien se va quedar cargo del infierno?— Pip comenzó a jugar con el cabello de Damien.

—Le decimos a un duque... O podemos dejarlo simplemente, mí padre siempre hacia eso, es el infierno, podemos clausurarlo por unos días. — el suspiró de Damien dejo en claro que realmente necesitaba descanso —Y son vacaciones, no sé iremos a Orlando pero podemos pasar tiempo por separado...

—Quiero ir a Disney...

—Claro caso, tu vas a Disney a una montaña rusa y yo me quedo en el hotel observando y causando discordia en el casino.— se burló Damien.

—¿Haremos actividades separados?.— Damien asintió —Yo no tengo amigos Damien.

—Nunca tuve amigos Pip no se que tiene de malo.

—Pero tienes, hay gente que se junta contigo.

—Sí, pero por trabajo o fiestas con el diablo, vamos Pip tu tienes a Estella, Pocket el estúpido de Gregory...— Se sentía dormido cuando las caricias estaban en su cabello. —Puedes hacer amigos en Disney que le gusten las cosas de Disney...— susurró, Pip se acercó hacía él para acurrucarse.

—Damien...

—Basta Pip, lo hablaremos con un té, ya me diste mucho sueño.— el rubio se rió —Te amo Philip, tenemos toda la eternidad para nosotros y estoy en mente que es una eternidad solamente contigo.

—Gracias por la cena romántica. Gracias por querer solucionar todo conmigo.

—¿Si no es con vos con quién será?.— beso las mejillas de Pip —Ya caíste para estar conmigo.

Dip with DipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora