Bandana Girls ➸ magcon

"Zo what?"

Chapter twelve

Winifred, 30 de junio de 2013.

Después de tener esa fuerte discusión con Penny, decidí ir a las afueras de la ciudad para desquitar mi enojo con alguna niña que pongan frente a mi.

Las peleas ilegales tienen ganancia cuando estoy enojada, este es el caso.

Me subí en mi auto y antes de prenderlo alguien abrió la puerta del copiloto y entró, debido a la oscuridad que había no podía verlo, ya que eran aproximádamente las 21:00 hrs.

 —No te irás sin que yo vigile que estés bien—me dijo esa voz que para mi, es fácil de reconocer.

—Cameron, donde voy no es para niños, ¿eh?—me referí a las afueras peligrosas de la ciudad.

—No soy un chico, tengo 18, y en poco tiempo 19—¿Qué? para andar con chicos como los Magcon Boys, parece menor.

—Aún así—dije y prendí el auto para después comenzarlo a andar—si vas solo a donde voy, literalmente te matan.

—Bueno, me arriesgaré por ti.

—Mm.—me limité a decir mientras me concentraba en manejar.

Después de 20 minutos de camino llegamos a las afueras de la ciudad, dí la vuelta en un lugar secreto que nos llevaría a la arena, pero un chico afroamericano nos detuvo, además de la reja de metal hecha para que no se pasaran de inteligentes las personas .

—¿A qué vienen aquí?—me preguntó el al lado de la ventanilla abierta que tenía.

—No he venido en un mes y me olvidas, ¿Broh?—le dije irónicamente mientras sonreía, el cambió de expresión.

—Oh, mierda, Winni, ¿qué haces con un auto?—me preguntó el y reí, dejando un poco confundido a Cameron.

—Me lo ha dado mi padre porque no me había dado un regalo en mi cumpleaños.

—Oh, que bebé traes.

—Gracias, ¿están los demás?

—Si, pasa, a todos les va a encantar que has vuelto—dijo abriendo las rjas que dejaban entrar a la arena.

Pasé con el auto, la musica alta se escuchaba desde donde me acercaba. 

—No hables con nadie, estáte cerca de mi, no te me pierdas porque de lo contrario tendrás problemas, solo habla cuando yo esté y cuando yo te lo permita—le dije a Cameron mientras me estacionaba.

—¿Por qué todo eso?—me preguntó.

—Ya lo sabrás—dije y salí del auto, Cameron salió y cerré las puertas con seguro automático incorporado en las llaves—iremos con mis amigps, no son malos, bueno, si los tratas bien y con respeto.

Fuimos a la carpa enorme que pone el que gobierna estas tierras y el dinero que se apuesta y maneja aquí, Gómez.

—¡Will!—le grité desde lejos mientras corría lo más rápido y jalaba a Cameron de la mano. Solté a Cameron y lo abracé mientras que el me abrazaba y los demás miraban la escena.

Will era como mi segundo padre, aunque solo es cuatro años mayor que yo.

—¡Padre e hija han vuelto a estar juntos!—gritó mientras me asfixiaba.

—Aire...—dije mientras trataba de respirar, me soltó y todos ríeron—Sammy—le saludé como si fuera hombre—Tom—lo anuncié con el mismo saludo—y los no menos importantes pero no tan importantes Sawyer y Walter—les dije a los gemelos que estaban aquí desde el mismo tiempo que yo en las peleas.