"bad understanding and coffee"

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Winifred, 12 de noviembre de 2016.

Después de toda la tarde que pasamos, haré un resumen.

Fuimos a las tiendas, la heladería, el cine, el parque, a comer pizzas, a los videojuegos, y si, todo en un día. Jugamos como si fuéramos niños y nos han corrido de algunos de los lugares que hemos visitado. Ahora tendré que atravesar media ciudad para volver a entrar a otra tienda de Calvin Klein.

Ahora, nos encontrábamos en el pórtico de mi casa a la una de la mañana.

—Oye—me dijo Tom—¿cuándo quieres que venga por ti para tener otro día como éste?

—Yo te mando un mensaje, estate atento al celular—le sonreí.

—No puedo esperar, espero que sea pronto.

De un segundo para otro, me tomó de la cintura y me planto un beso en los labios. ¡Oh si! yo tampoco puedo esperar para probar esos labios de nuevo, decía mi voz interna. Le devolví el beso y después entré a la casa en silencio para no despertar a nadie. Escuché el motor de la moto de Tom alejarse (tiene una moto genial). Estaba por subir las escaleras cuando se prendió la luz de la sala y miré dentro de ella que se encontraba Nash sentado como si me estuviera esperando, típico de él y sus entradas dramáticas y clichés.

—¿Dónde estabas, Winifred?—me habló serio y empezó a acariciar una almohada del sillón como si tuviera un gato de verdad.

—En un lugar que se encuentra en esta misma ciudad que tenía un suelo que antes de ser sólido era líquido, la gente le dice cemento fresco, y también arriba de mi se encontraba un cielo azul como si fueran tus ojos tal vez, no sé qué más especificar—le dije.

—No, no, a mi no me vengas con eso—se quejó.

—Pues por ahí—dije sin ganas y opté por subir las escaleras, Nash apagó la luz de la sala y me siguió—estás perdiendo tu tiempo, es una información clasificada, no diré nada aunque vaya a morir ahora.

—Oh, por favor—dijo sin creerme. Abrí la puerta de mi habitación.

—No voy a decir nada, así que no trates de hacer algo que pueda perjudicarme mientras duermo—le advertí.

—No prometo nada—dijo en un susurro.

—¿Qué dijiste?

—Nada, nada, que no pensaba hacer nada de todos modos, je—dijo y rió con nerviosismo.

Entré a mi habitación y me quité la ropa, me puse una pijama y me tiré a la cama mientras miraba mis redes sociales por mi celular.

    ᐝॢۛ˚՞˚*̊०٭०˳ֶ̊✩   

Desperté sintiendo un cuerpo caliente a mi lado, con la poca visión que me otorgaban mis ojos recién abiertos traté de mirar qué era, y solo vi una cabellera castaña.

—¿Qué mierda?—pregunté en voz alta somnolienta. Miré mejor, era Nash.

—Ah, buenos días—me dijo de lo más normal.

—¿Qué no has entendido que la habitación de invitados está hacia el otro lado del pasillo?

—¿Qué no has entendido que nunca la usaré?

—De todos modos, ya estoy acostumbrada, ¿qué hora es?

—Las siete de la mañana.

—Despierta me en treinta minutos, quisiera dormir más.

—Es sábado, ¿lo olvidas?—¿sábado? tengo que ser tan imbécil para confundir un viernes con un sábado.

—Da igual, voy a ir a visitar a Matty al hospital, y tengo que hacer unas cosas.

Bandana Girls ➸ magconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora