"old friends and new loves"

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Winifred, 12 de Noviembre de 2015.

—Ya, se te acabó la pelea que querías, perra—dije separando a la rubia que golpeaba a Ingrid, que tenía más sangre en la cara que salsa de tomate a una picada mexicana.

—¡Déjame, bruta!—me gritó la rubia oxigenada. Le dí una bofetada fuerte, tan dura que volteó la cabeza.

—Te me vienes relajando, zorra faldera, que si sigues así las que te van a golpear, serán dos—le dije en tono suave cerca de su cara. Ella entendió en lo que se metía y se alejó, saqué a Ingrid de la bola de alumnos que había en el estacionamiento.

—Eso fue increíble, Ingrid—le dijo un chico morocho a ella.

—Ingrid, eres mi ídolo—le dijo otro chico.

Ya cuando estábamos alejadas de la bola, paré y la miré con desaprobación.

—Cuéntame, que pasó—le dije de brazos cruzados.

—Estaba conversando con unos chicos, mientras que escuchaba a mis espaldas que esa perra les decía a sus amigas que qué bueno que a Matthew lo habían atropellado, obviamente lo defendí, y entre insulto e insulto, pasó eso—dijo sin más.

—Ingrid, eso no se hace—le dije como si fuera su madre—si pasa eso de nuevo, solo dime, que Ana, Val, tú y yo la agarramos en mal momento, la golpeamos y luego la dejamos tirada por ahí.

Ingrid rió.

—De todos modos, solo me he llevado un rasguño en la mejilla de parte de ella.

—Si notabas, parecía que sabe pelear mejor por los últimos pares de zapatos de su número que en una pelea real—reímos. El timbre sonó.

—Vayámonos a clase.

 Pasamos casi todo el día hablando de la pelea de Ingrid, Johnson estaba cuando la pelea había empezado y no había hecho nada, vaya pillo. Al final de la escuela, nos fuimos todos directamente al hospital a ver cómo estaba Matthew.

—Hola—le dije a Matthew, era la primera que lo visitó

—Hola—me dijo él.

—No puedes creer lo que ha pasado en la escuela—dije feliz.

—¿Pasó algo increíble? ¿Por qué las cosas geniales tienen que pasar en la escuela cuando yo no estoy?—chilló como bebé.

—Ingrid se peleó con una perra oxigenada.

—¡¿Qué?! ¿está bien?

—Claro que sí...—le empecé a contar cada detalle que recordaba.

Luego de como dos horas de haber estado ahí y que todos los chicos lo hubieran pasado a visitar por lo menos unos segundos, nos fuimos al restaurante del padre de Elena.

—Tengo demasiada hambre, solo pidan hamburguesas de una vez por todas—dijo Dani sentada junto a Gilinsky, que nos había alcanzado junto con los otros universitarios.

—Eh, Taylor—le llamé—¿A quién le andas mensajeando, pillo?

—A nadie en especial—me respondió.

—A mi no me engañas, desgraciado, a que te gusta una chica, y no me lo cuentas—me hice la indignada.

—Luego te cuento, pilla.

—¿Les doy lo de siempre?—preguntó Elena llegando a nuestra mesa.

—Nos ofende que nos preguntes eso—le dijo Carter.

—Oki doki, y lo siento por lo de Matthew, alguien de la escuela anduvo propagando la noticia de Matthew ayer y hoy en la escuela—dijo Elena.

—¿Sabes quién?—se me adelantó a preguntar Nash.

Bandana Girls ➸ magconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora