Bubblegum heart •ScarletWidow•

Capitulo 2: Natasha

en esa misma mañana...

POV NATASHA

Abro los ojos y miro la hora, son las 06:25 de la mañana, así que me permito 5 minutos de descanso y me levanto. Lo primero que hago al despertarme, como todas las mañanas, es ir a ducharme y ponerme ropa de deporte.

Salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y me dirijo a mi armario, donde elijo un pantalón de chándal gris, una camiseta ancha blanca y una chaqueta deportiva negra. Después de vestirme miro la hora, son las 06:45.

Ya tendría que estar saliendo para ir al gimnasio, pero la verdad es que no tengo muchas ganas de ver a nadie. Me preparo para salir, muy a mi pesar y con muchas ganas de quedarme descansando en mi cama, pero algo me acaricia la pierna. Sonrio y miro hacia abajo, ahí está Milwoki, mi pequeña gatita blanca y negra que adopte hace solo unos días.

La verdad es que un gato puede darte mucha más compañía de la que parece, siempre que me despierto está ahí conmigo, y lo mismo cuando me duermo. Además, tengo que acordarme de darle de comer regularmente, lo que por alguna razón me da mucha satisfacción. El simple hecho de tener a alguien a quien cuidar me gusta.

La aún muy pequeña gatita me acaricia los tobillos con su pelaje intentando decirme que juegue con ella o que le dé de comer, y ya que todavía me faltaban 15 minutos para empezar a entrenar a las 7 podía hacerle un poco de compañía.

Salgo de la habitación a las 07:53 y me voy al gimnasio. Como ya os habréis dado cuenta soy de esas que planifico mi día desde que me despierto hasta que me vuelvo a dormir, me parece la mejor manera de ser productiva. Además, así es como he vivido toda mi vida, con horarios rígidos y sin pausas para descansar.

Cuando llego al gimnasio de la mansión Stark miro lo que podría hacer, entonces es cuando veo los sacos de boxeo. Siempre me ha parecido la mejor manera de liberar estrés, darle golpes a ese saco es una buena forma de dejar de pensar en cosas y simplemente concentrarte en destrozarlo. Pero a diferencia de lo que siempre pasaba, llevaba unos días que ni el saco de boxeo podía quitarme todo lo que tenía de la cabeza.

Desde que Wanda hizo que recordara mi mayor miedo no he podido quitarme esas escenas de la cabeza, siempre estoy pensando en cosas que estaba obligada a hacer o cosas que me hacían ellos a mi. Llevo desde aquel día sin apenas dormir más de media hora diaria y si me paro a pensar en algo me vienen cada vez más recuerdos, pero todos son tan reales que me hacen sentir como si estuviera ahí otra vez. No se que me ha hecho Wanda, pero no puedo estar así siempre, necesito dejar de tener esos recuerdos.

Viendo que el saco de boxeo no me estaba ayudando mucho salgo del gimnasio y decido irme a dar un paseo por la calle, por lo menos así me despejo un poco. Volví a mi habitación y me duché de nuevo, pero esta vez estuve un rato debajo del chorro de agua. En este momento solo tengo ganas de meterme en la cama y quedarme tumbada sin hacer nada, pero me visto con un pantalón vaquero negro, una camiseta blanca y unas zapatillas blancas, me recojo el pelo en un moño un poco desordenado y salgo de la mansión de Stark.

No había mucha gente en la calle, ya que aun eran las 8 de la mañana. La mayoría de las personas iban a trabajar o a la escuela y todos iban con mucha prisa. Yo simplemente me senté en un banco cerca viendo pasar a todas esas personas que iban con prisas por la calle, aunque mis malos recuerdos no tardaron en aparecer. Veo a todos esos adolescentes yendo a su escuela sin mucha gana. Yo nunca pude ir a una escuela como tal, todo lo que necesitaba saber me lo enseñaban en la KGB, pero nunca tuve la oportunidad de ir a un instituto, hacer amigos... nada.

Cada vez estoy más agobiada y triste, así que lo mejor es que vuelva a casa y me prepare algo de desayunar, a ver si así me desconcentro de todo esto. Me levanto del banco y me pongo a andar hacia casa.