Capítulo 4

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Los truenos y rayos acompañaron a la lluvia para iniciar una orquesta que se llevaría a cabo sobre la ciudad de Brightmoon. Los citadinos corrieron hacia diversos lugares para no empaparse. En cambio, Glimmer, continuó caminando bajo el agua, ayudaba a que se deslizaran más rápido sus lágrimas. 

¿Cómo iba a sentirse sola si estaba rodeada de personas todo el tiempo?

No tenía la respuesta.

Entró de un portazo a su hogar, lanzó todas sus cosas al suelo y se metió en las cobijas. Sollozos resonaron entre las cuatro paredes, el dolor de la soledad era más grande que el del golpe que había recibido. Cubrió su rostro con la almohada y gritar fue su mayor sedante.

No tenía las ganas de tomar un autobús y viajar a las afueras de la ciudad para visitar la tumba de su padre. 

Apretó los puños, estaba tan cerca de iniciar una vida con Adora, su soledad se iría y por fin la alegría llegaría. Si no hubiera sido por la novia de la rubia, las cosas serían perfectas. Todo de acuerdo al plan.

Glimmer levantó su cabeza y parpadeó varias veces. El plan.

Tomó su laptop y comenzó a navegar. El sonido de su tecleo opacó sus sollozos. Realmente tenía dudas de lo que haría, y cómo lo llevaría a cabo. No obstante, era su última oportunidad para salvar a su musa y ser feliz.

Un número de teléfono apareció en la pantalla, y sin pensarlo marcó inmediatamente. 

─Disculpa, quería saber si todavía tienes el fármaco en venta…─preguntó.

Sonrió maliciosamente ante la afirmación del vendedor.

Adora abrió los ojos de golpe, cubrió su cuerpo con las sábanas y abrazó sus piernas. Respiró profundamente y exhaló, tratando de ignorar el temblor de cuerpo. Hace apenas una hora que logró conciliar el sueño, y despertó sintiendo como su cuerpo se quemaba por dentro. No era la primera vez que sucedía esto.

El reloj marcaba las tres y media de la madrugada. Debía despertarse en dos horas, sin embargo, las emociones y sensaciones acumuladas le impedían descansar.

Catra se encontraba dormida, la rubia se aferró a ella. Esperaba que eso fuera suficiente para protegerse de su propia mente que jugaba nuevamente bromas crueles. 

A veces, quería recibir el calor de un abrazo en esos momentos más críticos de su vida. Tenía a su novia, eso debería llenar el vacío dentro de ella, pero no lo hace. Es más, termina cada día más agotada, pues se esfuerza en conseguir un amor que tal vez ni siquiera es reciproco. 

Rechinaba los dientes, frotaba los dedos, pero sus lágrimas la ahogaban. Sollozos que fueron silenciados por la almohada. Parecía que la situación no tendría fin. 

Con dificultad, alcanzó su teléfono, conectó sus audífonos y reprodujo música para calmar su mente. Media hora después logró conciliar el sueño. Nadie fue testigo de su punto más bajo.

Más tarde, la alarma sonó ruidosamente, Adora jaló los auriculares y tapó sus oídos. Luego de calmarse, entró a la ducha. El agua fría recorría su piel, además limpiaba los rastros del llanto nocturno. Cerró la llave y se dispuso a cambiarse. 

Observó su reflejo en el espejo del baño, con sus pulgares sostuvo las comisuras de los labios y las inclinó hacia arriba, formando su característica sonrisa. Le resultaba más fácil engañar a las personas después de todo.

Bajó del autobús e ingresó a la cafetería, se sentó a mirar su teléfono mientras daba pequeños sorbos a su café. 

─Hey, Adora─dijo una voz conocida detrás de ella. 

Rápidamente dibujó una sonrisa en su rostro.

─Hola Glimmer─la ojiazul recordó lo sucedido la vez pasada─.En verdad lamento lo que pasó hace unos días, si quieres puedo compensártelo…

─No estoy molesta─interrumpió Glimmer─, y si lo estuviera, no sería contigo.

La fotografa tomó asiento frente a ella, Adora intentó apartar la mirada, sentía vergüenza por aquella vez.

─Catra no quiere que hable contigo, dice que eres mala influencia, pero yo no lo creo así─soltó la rubia─. Eres de las pocas personas que me ha tratado bien, y que parece escucharme, que no sólo se centra en las cosas que hago, sino que se fija en mi persona─empezó a hiperventilarse─ ¡No lo sé Glimmer, simplemente no sé qué hacer!

Era la primera vez que la pelirosa veía a su musa llorar y caer en un estado de estrés. El caso parecía ser más crítico. Tomó las manos de Adora y acarició sus nudillos. 

─Adora…No sé por lo que estás pasando, pero te aseguro que no estás sola en esto, yo te puedo apoyar.

Glimmer abrazó a la rubia, y en ese momento, Adora sintió la verdadera calidez de la seguridad a través de la fotógrafa. Permitió bajar sus barreras y dejó salir la tristeza, frustración y miedo por medio del llanto. 

La ojilila suspiró, realmente Adora necesitaba de su ayuda.

With You By My Side ( AU Glimmadora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora