𝑨𝒗𝒆𝒏𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 || 𝑻𝒂𝒌𝒂𝒔𝒉𝒊 𝑴𝒊𝒕𝒔𝒖𝒚𝒂

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La torre

-Mei despierta, la clase ya terminó- dijo una voz; parecía la de chifuyu.

-Parece muerta- dijo otra voz que parecía ser la de baji.-Crees que lo esté?- sentí como las manos del azabache cubrieron mi rostro hacienda despertar por completo.

-Cuando va a ser el día en que me dejen dormir en paz?- hablé dándoles una mirada asesina.

-Está viva!!!- dijeron al unísono de forma divertida sacándome una pequeña sonrisa.

Los regañé por interrumpir mi siesta y luego salimos de la sala en dirección a la azotea; donde pasamos la mayor parte del tiempo.-Vendrás con nosotros después de clases?

-Adónde Irán está vez?- pregunté mientras sacaba un cigarrillo de mi bolsillo.

-No lo sabemos- habló el rubio a mi lado.

-Supongo que a dónde nos lleve la motocicleta- dijo baji quitándome el cigarrillo de la boca para fumarlo él.

Normalmente nos juntamos en el santuario Musashi con los demás chicos y salimos a dar vueltas, como dijo Kei; a dónde nos lleve la motocicleta, acepté ir con ellos y cuando las clases terminaron Baji y Chifuyu me acompañaron a casa.

-Cariño volviste, como te fue hoy? Lograste llegar a tiempo?- preguntó mi abuela mientras entrabamos a la tienda.

-Logró llegar antes de que cerraran la escuela solo porque la fue a dejar Takashi abuela- habló el azabache mirándome con picardía.

-Keisuke te dije que no me llames abuela, me haces sentir vieja- habló mi abuela, la verdad tiene razón, cualquier persona que no la conozca pensaría que es mi madre, al igual que mis padres; ella tuvo a mí papá bastante joven.-Llamame Mika, cuántas veces te lo tengo que decir.

-Sisi, lo siento.

-Ya, entren de una vez o los dejaré aquí abajo- dije abriendo la puerta trasera, ahí se encuentra una escalera que da al segundo piso donde está toda la casa.-Hay galletas en la cocina por si quier....- ni siquiera terminé de hablar y Baji ya se dirigía a la cocina en busca de las galletas.

-Irás con el uniforme o te cambiarás de ropa?- preguntó el rubio tirándose al sofá.

-Me cambiaré rápido y nos vamos- hablé entrando a mi habitación, me saque la ropa y abrí el closet.

Siendo sincera, en mi closet hay de todo; no tengo un estilo de ropa, siempre estoy cambiando, puedo usar faldas y vestidos, también pantalones y camisetas, puedo pasar de ropa ajustada que marque mi figura a una ropa holgada que me cubra entera, también tengo bastantes accesorios, collares, aros, lentes, gorras y más, me gusta que combinen.

Tenía unas combinaciones muy lindas para usar hoy, pero como vamos a andar por ahí en motocicleta prefiero estar más cómoda, me decidí por algo simple y me vestí rápidamente.