𝑨𝒗𝒆𝒏𝒕𝒖𝒓𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 || 𝑻𝒂𝒌𝒂𝒔𝒉𝒊 𝑴𝒊𝒕𝒔𝒖𝒚𝒂

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Amanecer

La lluvia caía cada vez más fuerte, era algo repentino que empezara a llover de esa manera.-Mei, estás aquí? Afuera está lloviendo mucho...- se escuchaba a mi abuela entrando a la casa.-Mitsuya!! Que sorpresa!!- habló con emoción entrando a mi cuarto.-Como estás? Cómo están tus hermanas?....Y por qué estás tan golpeado?

-Hola Mika-san, hemos estado muy bien- habló el de cabellera púrpura.-Como está usted? Aún está viendo esa telenovela de las tardes?- dijo mientras ambos se iban de mi habitación dejándome sola en ella....y bueno, así fue como el chico que me gusta me cambio por mi abuela.

La verdad es qué el chico de cabellera púrpura y mi abuela siempre se han llevado bastante bien, las veces que Takashi venía a la casa se quedaban hablando hasta tarde sobre recetas de cocina, sobre las telenovelas que dan por las tardes y también sobre nuevos tejidos y costuras.

Abrí el closet y me cambié por algo mucho más cómodo, cuando salí de mi habitación me quedé viendo lo tierno que se veía Mitsuya con uno de los delantales de mi abuela y preparando la cena junto a ella.-Cariño, Mitsuya que se quedará a cenar con nosotras- habló mi abuela desde la cocina.-Es peligroso que se vaya con esta lluvia.

-Que hay de tus hermanas?- pregunté entrando a la cocina.

-Están donde la niñera, las tengo que ir a buscar mañana por la tarde- habló mientras me daba un bocado de lo que estaban preparando.-Está bueno?- preguntó retirando la cuchara de mi boca.

-Mmm muy bueno...

-Él habla sobre la comida- susurró mi abuela en tono divertido solo para molestarme.

-Ehh?!! Yo también hablo sobre la comida!!!- dije un poco nerviosa ante el tonto comentario de mi abuela, me fui del lugar y me lance al sofá dejando las risitas de Mitsuya y mi abuela en la cocina.

Después de algunos minutos la cena ya estaba lista, empezamos a comer y hablar de distintas cosas mientras que el sonido de la lluvia nos acompañaba, luego de limpiar todo mi abuela empezó a mostrarle fotos de mí cuando era pequeña a Takashi y éste se hacía el sorprendió como si no las hubiera visto antes, en la mayoría de ellas salgo con los chicos, está Mikey, Baji, Emma, Draken, Mitsuya, Kazutora y todos los demás, son recuerdos muy bonitos.

Las horas siguieron pasando y la lluvia al parecer no tenía intención alguna de parar, después de un rato mi abuela se fue a dormir; mañana es lunes y por lo general la tienda se abre mucho más temprano, junto a Mitsuya nos fuimos a mi habitación en donde nos quedamos hablando toda la noche mientras escuchábamos el sonido de la lluvia, el ambiente era realmente relajante y tranquilo, las pequeñas risitas por parte de ambos no faltaban al contar una que otra anécdota o recuerdo, las ganas de dormir eran evidentes pero estaba haciendo lo posible para no cerrar los ojos; aún esperábamos a que dejara de llover para que Mitsuya se pudiera ir.

Spoiler, me dormí...no sé en qué momento mis ojos se cerraron por completo, pero algo era seguro; ya había dejado de llover y el canto de las aves empezó a entrar por la ventana, me dí la vuelta y abrace mi almohada dispuesta a seguir durmiendo pero por alguna extraña razón mi almohada me devolvió el abrazo; uno de sus brazos me rodeaba por completo la cintura mientras que una de sus manos me hacía cariño en el cabello, levanté la vista encontrándome con unos ojos azules mirándome somnoliento, era Mitsuya.

Mi corazón se detuvo y el sonrojo no tardó en llegar a mis mejillas.-Que hora es?- preguntó el chico con esa voz de recién despertando; sentía que moría, me quité rápidamente de su lado y tomé el celular.

-Son las 6:30- dije levantándome de la cama, está podría ser mi oportunidad para llegar temprano a clases; normalmente siempre me despierto tarde.-Mira, ya dejó de llover.

-Mei, dejó de llover apenas te quedaste dormida- habló soltando una risita.

-Y por qué te quedaste?

-Me iba a levantar pero me abrazaste- empezó hablar.-Te veías tan tierna y cómoda que no quise quitarme.

-P-pero me hubieras despertado o dado un golpe para que me moviera- hablé un poco avergonzada haciendo que Mitsuya riera por mi comentario.

-Mei, no pasa nada...- el chico se acercó a mí y depositó un pequeño beso en mi frente haciendo que dejara de hablar.-Fue una linda noche- habló a centímetros de mi boca colocándome nerviosa.

-No hagas éso- dije tapándome el rostro con la camisa del uniforme que tenía en las manos.

-Vamos, no te pongas nerviosa- habló divertido mientras intentaba mirarme a los ojos.

Aún no lo podía creer, lo confundí con mi almohada, dormimos abrazados toda la noche y no lo dejé irse a su casa que vergüenza...aún así, no voy a negar que fue el mejor despertar que he tenido hasta ahora.-Quieres que te vaya a dejar a la escuela?- habló Mitsuya sacándome de mis pensamientos.

-Podrias volverte mi chófer personal- bromeé haciendo que las risitas lleguen a los oídos de mi abuela quien a los segundos nos llamó para tomar desayuno.

Cuando terminamos de comer nos vestimos y nos fuimos camino a la escuela, creo que ya lo he dicho antes; pero realmente disfruto los viajes en motocicleta, los primeros rayos de sol pintaban el cielo de unos colores hermosos, el pasto y las flores de los jardines cercanos brillaban gracias a los rayos de sol que chocaban con las gotas de agua en ellas; nunca pensé decir ésto y menos un día lunes pero he tenido un amanecer muy bonito.

Cuando llegamos a la entrada de mi escuela no lo podía creer...estaré soñando? Había llegado temprano un lunes.-Gracias por traerme- hablé bajando de la motocicleta.-Desde que empezaron las clases, es la primera vez que llegó temprano.

-Que hay del primer día de clases, también llegaste tarde?

-Si, estábamos por llegar a la escuela cuando Baji se dió cuenta que había dejado su bolso en mi casa- hablé entre risas recordando aquel día.-Tuvimos que devolvernos.

El chico de cabellera púrpura y yo comenzamos a reír, estuvimos así por un rato hasta que recordé que tenía que entrar; realmente no quería, quería quedarme ahí con él y seguir hablando al igual que anoche.-Bien...gracias de nuevo Takashi- hablé tomando mi bolso.-Nos vemos luego.

Estaba por darme la vuelta cuando Mitsuya tomó de mi brazo y me acercó a él, se agachó un poco quedando a mi altura y juntó nuestros labios en un pequeño beso de despedida.-Adios Mei- habló acompañado de una sonrisa tranquila que decoraba su rostro, nos miramos por algunos segundos y siguió su camino.

Podía sentir el calor llegar a mis mejillas, mi corazón latía a mil por hora y el brillo de mis ojos era similar al brillo del amanecer; estaba totalmente embobada mirando como aquel chico de cabellera púrpura se alejaba poco a poco, al igual que el sonido de su motocicleta.

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