Aroma a Vino [ABO] Terminado

Capitulo - 01

Wen Ke tuvo un sueño durante la noche.

En el sueño, una jirafa estiraba el cuello y miraba incansablemente hacia la lejana naturaleza.

Algún tiempo después, la figura de un adolescente apareció al final del desierto

El adolescente estaba solo, corriendo hacia él contra la luz.

Se esforzó por ver la cara del chico, pero el sol abrasador brilló de repente en lo alto, picándole los ojos.

Las olas de trigo dorado que lo rodeaban se balanceaban y hacían un sonido de crujido ......

El sonido se hizo más y más fuerte hasta que lo ahogó como un mar.

"Wen Ke, ¿estás ahí?"

Una voz baja y desconocida sonó en los oídos de Wen Ke, que se despertó de golpe.

......

"¿Tienes una pesadilla?" El hombre que estaba a su lado le tocó la frente: "Xiao Ke, estás sudando frío".

"Zhuo Yuan". Wen Ke enterró su cara en el pecho del hombre que tenía a su lado como siempre hacía, las feromonas de su Alfa lo envolvieron como siempre. Sintiéndose un poco más tranquilo, Wen Ke murmuró: "Qué raro, vuelvo a soñar con jirafas ......".

"Soñando de nuevo, eh. Bueno, entonces tal vez fuiste realmente una jirafa en tu última vida". Zhuo Yuan sonrió superficialmente y acarició la espalda de Wen Ke: "Buen chico, duerme un poco más, aún tenemos que ir al hospital más tarde".

"Mm." Wen Ke primero respondió, luego pero no pudo evitar levantar la cabeza y preguntó indeciso: "Zhuo Yuan, ¿qué tal si ...... lo reconsideras, de acuerdo?"

"Xiao Ke, ambos estuvimos de acuerdo antes". Zhuo Yuan coloco los dedos en las glándulas sensibles de la parte posterior de Wen Ke, la fuerza es a la vez como calmante y presión, dijo con calma: "Obedece".

El cuerpo de Wen Ke se estremeció inconscientemente mientras bajaba obedientemente sus largas pestañas. "Entonces volveré a dormir y me levantaré más tarde para prepararte el desayuno".

Pocos omegas podían desafiar la voluntad de su alfa, aunque fuera algo tan contrario a la naturaleza y cruel que se le pidiera que se marchara sólo después de seis años de estar marcado.

 A primera hora de la mañana, cuando Zhuo Yuan aún dormía, Wen Ke ya estaba ocupado en la cocina.

Zhuo Yuan había ido a la universidad en el extranjero y sólo le gustaban los desayunos americanos, así que Wen Ke puso las tostadas de trigo integral en el horno durante el tiempo adecuado, como de costumbre, y luego preparó café negro y tocino frito al mismo tiempo.

Sólo cuando Zhuo Yuan estaba de viaje de negocios cocinaba algunas de sus gachas favoritas.

Después de seis años de matrimonio, estaba acostumbrado a poner a Zhuo Yuan en primer lugar en todo.

Cuando todo estaba casi listo, Wen Ke fue al baño para lavarse la cara y limpiarse. Le daba pereza encender la luz, y en la silenciosa luz del cielo, su cara estaba borrosa y no se veía muy bien.

Zhuo Yuan había elogiado antes sus ojos, diciendo que tenía un par de ojos de cachorro mansos y que daban pena.

La palabra manso, pensó Wen Ke, parecía describir más su personalidad.

Wen Ke tomó aire y utilizó sus dedos para limpiar el vaho del espejo.

El hombre del espejo parecía demacrado, con una pequeña lágrima roja bajo el rabillo del ojo derecho.