Capítulo - 26

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"Wen Ke, no me importa el olor de las feromonas".

Han Jiang Que miró los ojos de Wen Ke, sus ojos oscuros seguían siendo tan claros como hace diez años, y con cierta torpeza dijo: "Aunque fueras una jirafa cuya saliva apestara hasta el cielo, te seguiría queriendo igual".

Wen Ke parpadeó, y una suave sonrisa apareció en la comisura de su boca.

El sentido del humor y el romanticismo de Han Jiang Que estaban fuera de lo común, y cada imagen y frase extraña habría desconcertado a cualquier otra persona.

Pero lo entendió.

Poco a poco lo entiende todo.

Cuando Han Jiang Que dijo esto, hizo una pausa vacilante antes de continuar: "Cuando fui a verte esta mañana, me dijiste que hace diez años te gustaba, pero que habías cambiado; pensé que no tenía ninguna posibilidad. Wen Ke, me temo que aún no estás seguro. De hecho, si no estás muy seguro ...... aún puedo esperar".

"No, Han Jiang Que, fui yo quien no se dio cuenta entonces".

Wen Ke se apresuró a sacudir la cabeza para negarlo.

Miró a los ojos de Han Jiang Que con un vago indicio de pérdida, y su corazón se desbordó de repente.

Casi podía tocar la inquietud en el corazón de Han Jiang Que.

Han Jiang Que que miraba una y otra vez a la jirafa sola al atardecer, Han Jiang Que que miraba el pronóstico del tiempo en silencio para él en Ciudad B...

A pesar de pensar tanto en él, nunca le molestó.

Han Jiang Que siempre fue un niño pequeño, su amor es obstinado hasta el extremo, y aún más turbulento por ello.

"No he cambiado".

Wen Ke sacó los brazos de debajo de las sábanas y rodeó con ellos el cuello de Han Jiang Que: "Lo siento, Han Jiang Que. No he cambiado, lo dije esta mañana porque ......"

Su voz tembló por un momento: "Porque, efectivamente, el yo de ahora no es el mejor yo. El Wen Ke que te gustaba en el instituto era muy bueno, pero el Wen Ke que tienes ahora es un fracaso. Han Jiang Que, en realidad yo, tengo miedo de no ser lo suficientemente bueno para ti".

Tales palabras eran ciertamente embarazosas para él mismo.

Pero se preocupaba más por Han Jiangque que por su orgullo.

No quería que Han Jiang Que se sintiera inseguro, y no quería que Han Jiang Que siguiera siendo aprensivo por su rechazo de esta mañana.

"Estás en mi corazón y te mereces lo mejor de este mundo".

Wen Ke miró el hermoso par de ojos que tenía cerca, y la cicatriz entre las cejas que le quedó por su culpa, y dijo suavemente: "Sólo tengo miedo de no ser lo suficientemente bueno para tí".

Han Jiang Que era su bebé.

Se avergonzó de decir una cosa tan cursi, pero en su corazón lo decía de verdad.

"Wen Ke".

Han Jiang Que sacudió la cabeza y dijo palabra por palabra, "Eres el mejor".

Lo dijo sin dudarlo.

Wen Ke no pudo evitar resoplar un poco. En diez años, nadie lo había afirmado tan categóricamente. Las lágrimas brillaron en sus ojos, pero no pudo evitar sonreír suavemente.

Se apoyó y tomó la iniciativa de reunirse con él, y volvió a besar a Han Jiang Que.

"Han Jiang Que ......"

Aroma a Vino [ABO] TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora