"Oscuridad"
Disfrutaba cada parte de ella, cada toque, cada beso, cada abrazo. Todo. Quería hacer todo con ella. Quería tenerla siempre a mi lado, escuchar su risa, verla sonreír, abrazarla.
No pude decirle que la amaba, al menos no en este momento.
Sé que se están preguntando cómo fue que llegamos a esta parte de la historia, esta parte en las que yo les cuento que era lo que solía disfrutar con Olivia, pero para entender lo que estoy intentando de decir ahora, tendré que narrar lo que pasó ese día.
Esa noche estaba durmiendo al lado de Olivia, disfrutando el roce de sus dedos en mi mano cada vez que se movía. En algún momento de la noche nos habíamos acomodado en su cama, yo quede boca arriba y ella boca abajo encima mío, no fue problema para ninguno de los seguir durmiendo. Ni siquiera estaba soñando, lo único que tenía presente era que en ese momento me sentía feliz, lleno.
Maldecí a la vida porque nada puede ser eterno y salir bien.
Abrí mis ojos a la mañana, cuando el sol entraba por la ventana, unos gemidos extraños me habían despertado. Estuve a punto de decir "cállate, Ñoqui" pero luego recordé que no estaba en mi casa, sino en la de Olivia. Mire el rostro de Olivia y vi como poco a poco abría sus ojos con una expresión rara. Quise decirle "buenos días", darle un beso y un abrazo, hacer un chiste idiota para que ella se ría pero eso no paso. Olivia comenzó a quejarse y tapó su cara con sus manos dándole más la espalda a la ventana a plena luz del día.
-¿Olivia?-le pregunté.
Olivia había comenzado a llorar, como pudo se levantó de la cama y se tiró al piso acurrucados en las sombras de su habitación. Me quedé petrificado cuando vi un poco de sangre en la almohada y la espalda de Olivia. Las quemaduras estaban por su espalda y por parte de su antebrazo. De un salto salí de la cama e intente acercarme a ella. El cuerpo de Olivia temblaba, ella quería tocar sus quemaduras, saber si realmente eso estaba pasando, cuando se dio cuenta que en verdad estaba sucediendo tapó su rostro y comenzó a llorar a gritos.
-¡Eric!-gritó.
Me tiré al piso con ella quitándole las manos del rostro, Olivia no quería mirarme.
-Oly-la llame-Oly, por favor, dime qué está pasando.
Olivia me ignoró por completo y volvió a llamar a Eric. Quería abrazarla pero las quemaduras estaban donde yo me había colocado a su lado y no quería lastimarla. Tome las manos de Olivia y ella me miró.
-Lo siento tanto-dijo entre lágrimas.
-¿Qué está pasando?-le pregunté.
Eric entró a la habitación seguido de Luke, por unos segundos los dos miraron la habitación y se quedaron petrificados en su lugar, el cerebro de Eric actuó primero para hablar y el de Luke para ir tras Olivia.
-Ni siquiera voy a preguntar porque los dos están medio desnudos, pero necesito que te vistas y ayudes a Olivia.
Asentí sin saber qué hacer. Me sentía idiota por no saber como reaccionar pero los quejidos y el llanto de Olivia no me calmaban. Luke le puso un pantalón a Olivia.
-Todo estará bien, ¿si?. Lo prometo.
-Luke ve a encender el auto, yo llamaré al hospital para avisar del caso-se arrodillo a la altura de Olivia y le habló con calma-Vas a estar bien, ya veras.
Olivia siquiera se movió. Se había abrazado a ella misma como podía mientras sus lagrimas caían y el dolor se reflejaba en su rostro. Eric se acercó a mi a paso apresurado y Luke salió en busca de las llaves sin decir nada. Eric me puso sus manos en mi cara para que lo mirara.
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La chica que se escondió del sol (TERMINADA)
Teen FictionEn algún lugar del mundo, en medio de la soledad y la noche comienza una historia de amor y esperanza, de engaños y miedos, de protección y pérdida. Una estrella pérdida en el eco de sus pensamientos, ciega por el miedo, envuelta en una nube de sol...