Querido Evan:
Tus demonios te fueron
apagando cada vez más.
Esos últimos días
ya no eras el mismo.
Te habías aislado por completo.
Yo estaba asustada
porque te conocía como a nadie
y aunque intentara
siempre me alejabas.
Pero hubo un día
en el que no lo hiciste.
Recuerdo que fui
a tu casa y
te rogué para entrar.
Luego de una hora me abriste la puerta;
estabas arruinado.
Dijiste que no querías verme más,
que me fuera,
que si seguía contigo sólo me harías daño.
Yo te abracé,
haciendo caso omiso a todo,
y tú lloraste.
Esa tarde la pasamos abrazados
tirados en el sofá
y yo creí que ya todo pasaría.
Que todo volvería a la normalidad.
Pero lo que nunca hubiera podido creer
era que ese beso que me diste en tu puerta,
ese largo abrazo
y esa caricia en mi mejilla,
era lo último
que iba a recibir de ti.
Liz.
ESTÁS LEYENDO
Querido Evan
Teen FictionLizbeth le escribe cartas a Evan recordando el pasado y haciéndose preguntas que ya nadie puede responder. ©youngheartt Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1503143463644. 13/03/15 #90 en Ficción Juvenil