Querido Evan:
Yo te comencé a ver
solo,
triste.
Ya no sonreías como antes.
Tus ojeras eran evidentes,
pero nadie las veía,
salvo yo.
Nadie veía lo roto que estabas,
salvo yo.
Algo en mi interior me decía
que igualmente ya estabas
roto desde hace tiempo,
y eso me hacía sentir miserable.
Miserable por no poder hacer nada.
Y me preguntaba si algún día
tu dolor se desvanecería
y lograrías ser feliz,
como realmente lo merecías.
Liz.
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Querido Evan
Teen FictionLizbeth le escribe cartas a Evan recordando el pasado y haciéndose preguntas que ya nadie puede responder. ©youngheartt Obra registrada en Safe Creative bajo el código: 1503143463644. 13/03/15 #90 en Ficción Juvenil