me enamore de mi roommate (G!P)

capitulo 6

Juli.

Últimamente he notado que Cami está muy rara, casi no habla, mantiene en el cuarto y sé que le ha costado mucho conciliar el sueño.

En este momento son las tres de la mañana y era la tercera vez que Camila se levantaba de la cama y salía de la habitación. Me preocupaba pues desde que está viviendo con nosotros ella no hacia eso.

— Bonita. — Me pare de la cama cuando vi que entró a la habitación.

— Juli, ¿Que haces despierta? — Vi que se quedó quieta.

— Eso mismo te pregunto a ti, he escuchado como te levantas, sales y luego vuelves. Aparte últimamente estás muy callada.

— No me pasa nada Juli.

— Bonita, sabes que puedes confiar en mí. Algún idiota te dijo algo o te hizo sentir incómoda con algo.

— No, ellos se han portado muy bien.

— ¿Entonces que pasa?

— Es solo que... me da miedo decirte.

— Está bien hermosa, no te voy a presionar. — Tome sus mejillas y bese su frente.

— Gracias por entender bebé.

— ¿Quieres que duerma contigo?

— Pero dormir. — Rió.

— Obviamente dormir.

Nos acostamos y está vez ella si se quedó profundamente dormida.

(Días después)

— Te gusta ¿No? — Dijo Gabo a mi lado.

— ¿De qué hablas? — Sabía de lo que hablaba pero me hacía la tonta. Desde hace un buen rato estaba en la puerta de la cocina  viendo a Cami que estaba con su amigo.

— No te hagas la estúpida. Cami te gusta.

— No. — Comenté insegura.

— Juliana, Camila te gusta.

— Está bien estoy comenzando a sentir cosas por ella pero no le digas a nadie.

— Tranquila Juli. — Me dio una palmada en el hombro izquierdo y se fue.

¿Como es que me enamoré? O sea no lo veía imposible pero nunca espere que fuera tan rápido, la conozco hace unas semanas y ya siento algo por ella.

— Cami, hemos llegado al final. — Comento el amigo de Cami.

— Nunca pensé que fuera tan largo.

— Ni yo pero lo logramos. Me encantaría quedarme un rato más pero me tengo que ir.

— Tranquilo, nos vemos en la universidad.

Se abrazaron y luego el chico se fue que por cierto nunca me aprendí su nombre.

— ¿Que haces? — Pregunto Cami.

— Nada solo estoy aquí existiendo. — Respondí.

— Okay. Bebé ¿Quieres ir a comer helado? Es que hace un buen rato no como helado.

— Si me das un beso en la mejilla, vamos. — Puse mi mejilla y ella la besó. — Vamos.

Me agarró la mano y salimos de la casa para ir a la heladería más cercana.

Caminaba junto a ella sin soltarle la mano mientras me contaba las aventuras que ha tenido con el hermano.

— La otra vez fuimos a acampar y él se perdió por veinte minutos. — Rió Cami.