me enamore de mi roommate (G!P)

capitulo 4

Cami.
Estaba llegando a la universidad sola ya que hoy yo era la única que entraba a la 11 de la mañana.

Estaba caminando con dirección a mi salón pero a lo lejos vi que Juli estaba coqueteando con una chica. Decidí ignorarlo y entrar a mi salón.

— Bueno chicos. — Hablo el profesor. — Lo último que les quiero decir para que ya vayan a sus casas es que van a tener que hacer un trabajo en parejas que yo voy a elegir.

Comenzó a decir los nombres de cada uno y a mitad de clase a mi me vibro el celular.

Mi crush 😍

Bonita, estoy en el estacionamiento esperándote.

Juli se supone que tú ya debes estar en casa.

Te quería esperar, porque no quería que te fueras en Uber o en taxi.

Gracias Juli, pero no lo tenías que hacer.

Pero lo quería hacer.

Esta bien, salgo en unos segundos.

Okay, acá te espero hermosa.

— Y por último Camila Esguerra y André Hernández. — Vi que cerró su libreta. — Este trabajo como ya dije es un poco largo así que van a tener plazo de 2 meses. Ahora sí ya pueden irse.

— Hola. — Dijo un chico medio alto, moreno y ojos cafes. — ¿Tú eres Camila?

— Si esa soy yo, ¿Tú eres André?

— El mismo. Oye, dame tu número para estar de acuerdo con todo.

— Está bien.

Le di mi número, recogí mis cosas y salí del salón con dirección a el estacionamiento donde vi a Juli.

— Hola Juli. — Dije alegremente.

— Hola bonita. — Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. — ¿Ya tienes todo?

— Si. — Respondí.

— Okay, entonces vámonos.

Juli me abrió la puerta, me subí no sin antes agradecerle, ella rodeo el auto y también se subió y arranco con dirección a la casa.

Cuando llegamos nos bajamos, entramos y nos dimos cuenta que los chicos estaban dormidos así que nosotras nos dirigimos a nuestra habitación.

(Viernes en la noche)

Estábamos comiendo pizza con lo chicos. Mientras algunos bebían a algunos me refiero a casi todos y en ese montón estaba Juli.

— ¿Por qué no le dices todo? — Pregunto Gabo.

— ¿Soy tan obvia? — Vi como el asintió.  — Me da miedo decirle.

— ¿Por qué?

— ¿Que tal que no me corresponde? — La volteé a mirar.