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Cɑpɪtʋlɵ ⁴- : Un pequeño
arrebato

Y empezaron a caminar hacia la sala de profesores , sabían que ahí yacía la llave de la oficina de la encargada Abby

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Y empezaron a caminar hacia la sala de profesores , sabían que ahí yacía la llave de la oficina de la encargada Abby .

– Esto será emocionante en un 10 mil billones porciento - dijo el chico Apio .

En aquella frase , algo en el corazón y en si de la pelirroja se ablando , tal parecía que ya estaba disfrutando de su compañía .

Pasando entre muro y muro , pasando las paredes como si fuesen una clase discordante de espías .

Llegando a entrar a el dormitorio de la encargada Abby .

Agradecían que todos estuvieran en la cena ahora , por qué si no ya los hubieran descubierto .

¿Por qué lo había ningún seguro en la puerta? , Bueno ya que ahora no importa , mala seguridad y demasiada fe en los niños . Por que ellos rompieron una de las normas del orfanato al entrar en esa habitación .

– No hay nadie - aviso Akarui revisando un cuarto aparte de la habitación .

– Perfecto - farfullo Senkuu , cerrando con cerrojo la puerta para luego acercarse a la pelirroja y decir - ¿Sabes dónde están esos libros? - cuestionó mirándola a los ojos con una mano sobre su hombro .

– Creo que sí , esos no son del tipo de libros que le das a unos niños - comento Akarui caminando por la habitación .

Sintiendo los suaves pasos del chico con cabellos anti gravedad que la seguía y acompañaba .

– Tienes razón - mascullo Senkuu viendo una foto en la cual la encargada de ese lugar estaba en la NASA , junto a dos hombres , suponiendo que uno era su esposo y el otro un científico del lugar - Hay que darnos prisa

– Si , tienes razón - agrego Akarui en aprobación a lo dicho por el chico Apio , acercándose a uno de los cuadros de la pared y removiendo este para encontrar una pequeña puerta .

– Me cago si es que eso tiene una contraseña - soltó Senkuu con molestia , viendo que había como una pequeña cerradura y el simbolismo de decodificación por números .

– Pues tal parece que si , pásame una silla - dijo la pelirroja , por qué no llegaba tan alto , o bueno no hasta la altura en la cual ingresaban el código .

– No hay una silla - soltó con cara de que “Este lugar es casi una porquería” .

– Demonios - farfullo Akarui poniendo una mano en su cara de “Estamos perdidos” - Chico Apio , crees que me puedas cargar para llegar a insertar los números

– Si claro , y después si quieres me llevo en brazos a todo el orfanato ,… ¡No puedo hacer eso! - exclamó Senkuu exaltado por la petición de su amiga .

Sūgaku to kagaku no maDonde viven las historias. Descúbrelo ahora