Un tierno recuerdo

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—¡Esta también es una linda esta flor!— Decía una chica de unos 12 años. 

En su mano derecha sujetaba una gran cantidad de flores de diferentes colores.

Iba caminando junto a su madre en un hermoso prado. Se dirigían hacia su casa, pero al tomar otro camino, pasaron por al lado de éste lugar y la menor no aguantó las ganas de ir hacia allá.

La mujer mayor, de cabello negro y ojos rosa, se sorprendió con la emoción de su hija por ir al pastizal.

—No sabía que te gustaban las flores, Azami— Comentó feliz, cualquier aspecto nuevo de su hija le fascinaba. En especial porque ya empezaba su adolescencia.

La chica contestó contando una experiencia con su amiga.

—Mayumi una vez me dijo que le gustaban los lirios amarillos, y cuando Yasushi se enteró, le trajo un montón de esas— Luego de eso, la chica volteó la mirada para seguir buscando— Ahora estoy mirando cual es más bonita, por si Kenji me pregunta a mí

—¿Kenji?— Preguntó dudosa— ¿Tu amigo del otro día?

—¡Sí! Pero no le digas a papá— Sonrió incómoda— O se pondrá loco

Nezuko sólo rio porque ya se imaginaba la conversación.

¡No! ¡Imposible! ¡Denegado! ¡Ningún chico se acercará a mi hija! ¡Ninguno es digno de ella!

Todo eso lo diría gritando y llorando.

La Agatsuma mayor se quedó viendo un punto fijo y se reía por lo bajo. A pesar de los años, su esposo no cambiaría.

La risa de su hija la despertó.

—¡Mira mamá!

La chica corrió hasta ella con un diente de león amarillo.

—Se parece al cabello de papá ¿No crees?— Decía entre risas.

Luego empezó a soplar la flor para que los pétalos se moviesen.

La ojirosa miró atenta la escena, y un recuerdo se le vino a la mente.

Flashback

La pequeña demonio abrió los ojos despertando de su sueño.

Vio las mismas paredes de madera de siempre, por suerte ya era momento de salir, debido a que el sol se había ocultado hace unos minutos.

Apoyó su pequeña mano en la puerta y la empujó, abriéndola por completo.

Después de salir gateando, observó su alrededor, estaban en la finca mariposa.

Volvió a su tamaño normal y buscó a su hermano con la mirada.

Estaba lleno de vendas en su cama, durmiendo.

Y a su lado estaba Kanao, sentada en una silla tomando su mano levemente para no despertarlo.

La Kamado se acercó para verlos de cerca, pero sus pisadas hicieron voltear a Tsuyuri.

Y cuando ésta notó que alguien estaba viendo la escena, su cara se tiñó de roja y salió corriendo de la habitación, cerrando la puerta tras salir.

Ese sonido despertó a Tanjiro, empezó a parpadear varias veces para estar completamente despierto, hasta que de la nada sintió un gran peso caer encima.

—¡Nezuko!— Exclamó feliz, y respondió al abrazo que ella le estaba dando— ¿Despertaste recién?

La chica asintió sin quitarle la vista.

Kimetsu No Yaiba | Mis One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora