EN MEDIO DE LA TORMENTA

Capítulo 18: TIEMPO EN FAMILIA

|°•°•°•°•°•°•°•°•°|

~ La familia es un regalo que Dios nos ha dado ~

— ¡es lindo estar aquí con ustedes! — afirmo mi tía Lety

— si, es genial, gracias por invitarnos a pasar la navidad junto a ustedes — agrego Miranda

— Siempre serán bienvenidas — dijo papá

Después del festejo cada quien se fue a su casa a pasar tiempo con su familia.

Mi familia y yo estábamos sentados en el comedor platicando y recordando viejos tiempos.

En este tiempo que ha pasado he entendido cuán importante es agradecer a Dios por la familia.

La familia es un regalo de Dios.

De repente Miranda se levantó de la silla rápidamente y corrió por las escaleras.

— ¿qué le pasa? — preguntó mamá y mi tía sólo bajó la cabeza

— iré a verla — les dije mientras me levantaba de la mesa y la seguía.

Entre a su habitación y la vi acostada sobre su cama llorando.

— Mara ¿qué ocurre?

No me respondió así que solo me senté en la esquina de la cama y permanecí ahí en silencio haciéndole saber que estaba a su lado.

— Mara dime que tienes — volví a insistir

Ella levantó la mirada y puede ver sus ojos enrojecidos...se limpio las mejillas, y suspiro antes de hablar:

— es que, me siento sola, aveces quisiera que mi padre regresara, al ver como todos pueden disfrutar en familia estos días especiales...yo...yo me siento sola...siento que no tengo a nadie...

— Miranda, no estás sola, Dios está contigo y nosotros también aquí estamos, somos tu familia. Y siempre te recibiremos aqui.....— le dije y la abraze fuertemente

— Gracias Denisse Gracias

— aquí estamos para ti, somos tu familia — ella sonrió.

Bajamos hacia abajo donde nuestros padres estaban.

La sorpresa fue que mientras yo estaba arriba hablando con Miranda acá abajo mis padres estaban hablando con mi tía Lety quien también estaba llorando...

— Vengan chicas — mamá nos llamó

Y todos nos dimos un abrazo familiar, ahí en la sala lloramos y oramos.

Eramos una familia, y Dios estaba con nosotros.

Ese dia Miranda también recibió a Jesús en su corazón.

Ella hiba a la iglesia pero solo hiba por ir, en realidad nunca había tenido un encuentro con Dios...pero ese día, ese día ella recibió el regalo que Dios le tenía preparado...

— Hoy puedo sentir una paz, una tranquilidad en mi alma, muchas veces había estado sintiéndome sola, pero hoy se que Dios está conmigo y no importa si mi padre me abandonó, tengo un padre aya en los cielos que me ama y que nunca me va a dejar....— ella nos testificó en cuanto terminamos de orar