Capítulo 33: YO SERE TU SOL

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~ Después de la tormenta el sol brilla con más intensidad ~

— ¡Luna ven! ¿Dónde estás?

Estaba buscando a mi perrita, la había llevado al parque a pasear y en un descuido se me escapó.

— ¿dónde estás pequeña? — dije buscando entre los arbustos

— ¿la buscabas a ella? — una voz detrás de mi hizo que me sobresaltara llevando mi mano hasta mi pecho.

— ¡Edward me asustaste! ¿De dónde saliste?

— estaba caminando por aquí, y la encontré — dijo mientras sostenía a Luna entre sus manos.

— si, se me escapó

— aquí tienes — me la entrego y la tome entre mis manos.

Nos sentamos en el pasto.

— ¿cómo te va en la universidad? — me preguntó

— bien, es increíble, estoy aprendiendo mucho.

— estudias psicología ¿cierto?

— así es, con mi profesión quiero ayudar a otras personas

— eso es bueno, se que lograrás ser una gran psicóloga — dijo sonriendo.

— ¿y a ti como te ha ido?

— pues bien, estoy estudiando administración de empresas, sabes mi sueño es algún día si Dios me lo permite poder formar mi propia compañia ¿crees que sueño muy alto?

— En Dios ningún sueño es demasiado grande...— le dije y él sonrió.

— ¿aún lo extrañas? — me preguntó luego de estar unos segundos en silencio.

— si — solté un suspiro

— Yo también, él era mi mejor amigo, recuerdo el primer día que nos hablamos — comenzó a contar — fue cuando entramos al Kinder, yo estaba llorando por que no quería que mi mamá me dejara — soltó una risa — Josh se acercó a mi, tomo mi mano y me condujo hasta el patio de juegos, comenzamos a jugar y cuando me di cuenta ya no estaba asustado...desde ese día nos volvimos inseparables, nuestros padres se hicieron amigos y cada vez que se visitaban nos poníamos a correr por toda la casa.
Fue muy doloroso para mi saber que murió.

— nadie sabía que eso ocurriría, fue tan repentino

— lo se — dijo él limpiando las pocas lágrimas que habían rodado por sus mejillas — ¿y? ¿Crees que algún dia lograrás amar a otra persona?

— no lo sé, no se si pueda — confesé

— te entiendo, solo te digo que él ya no está y tu tienes que continuar con tu vida

— lo se, tienes razón, quizás en un futuro pueda conocer a alguien...

Él sonrió ante mí respuesta.

EN MEDIO DE LA TORMENTA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora