Hola, les daré una aclaración paque no se me vayan a enredar. En este capitulo estaré mezclando el pasado con el presente, lo que este en "cursiva" será pasado, y lo "normal" será presente.
...
Era de noche. Llevaba varias horas trabajando, y muchas más horas con el estomago vacío. Era de esas veces en que podría comer lo que sea. Y no es como lo que tuviera enfrente fuera "lo que sea". En realidad, entraba en las cosas que pondrían en los primeros puestos si le preguntabas a cualquier niño qué se le antojaba comer.
La vista de Katniss estaba fija en la bandeja de bocadillos recién sacados del horno, y que ahora ocupaban una de las bandejas de su stand. Sentía su aroma dulzoso inundar sus fosas nasales. La boca le había comenzado a salivar. Y en el estómago se le formaba un rugido, que rogaba porque nadie más escuchará.
No le habían prohibido tomar alimentos, pero era de esas reglas no escritas, que no tienen que decirte para que quede sobre entendido. Pero... eran demasiados, y no era el único tipo de bocadillo que había sobre la mesa. Aparte, que las niñas parecían no prestarle atención, pues estaban ocupadas hablando de no se que.
Entonces Katniss se atrevió a hacer algo que sería la primera y última vez. Pero antes, miró fugazmente para todos lados, y luego, hizo el movimiento rápido para tomar un bocadillo.
Ya estaba, lo había hecho. Ahora solo necesitaba alejarse para comerlo. Mientras tanto lo escondía en su falda. Tal vez podría excusarse para ir al baño y entonces aprovechar y saciar su hambre.
Fue entonces que caminó entre la gente y llegó a un pasillo que parecía lejos del bullicio. Sacó el bocadillo de su escondite y justo cuando se lo llevó a la boca, una voz la hizo soltar lo que estaba a punto de ingerir.
Katniss puso cara de terror cuando fijó su vista en aquellas personas.
—¿Qué pasa aquí?
—¡Regáñala, papi!.
La ojigris llegó al lado de aquellas voces, y también de otra que en lugar de hablar, sollozaba casi en silencio. Estaban junto a la gran mesa de regalos.
Peeta tenía cara de no entender nada. Se había agachado a la altura de las niñas. Tenía a una de cada lado, y alternada su vista de lado y lado. Cuando Katniss se unió a ellos, se puso detrás de su pequeña, adoptando una pose protectora, y más que confusión, mostraba preocupación en sus ojos.
—¿Qué hiciste? —preguntó, girándola hacia ella. Prim tenía la vista gacha y su pecho se inflaba y contraía más de lo normal.
—Agarrar lo que no es suyo —chilló la otra rubia.
Katniss pudo ver que a los pies de la mesa había una muñeca de porcelana, y unas cuantas tacitas de té.
—Prim, si querías jugar me hubieras buscado, tu tienes tus... cosas —al final de la oración, se detuvo un poco, pues en realidad apenas y tenía un par de juguetes, y en nada se comparaban a los que estaban ahí. Entendía porque le habían llamado la atención, pero no era razón para haber tomado lo que no era suyo.
—¿Qué hace ella en mi fiesta? —dijo Perla, girándose hacía Peeta, el cual ya había cambiado de gesto en su rostro. Parecía enfadado. Katniss se preparó para escuchar el sermón que...
—Es nuestra invitada.
—Claro que no, es la criada.
—Perla... que te dije sobre...
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El secreto de Katniss | Everlark
FanfictionEl sonido de la lluvia torrencial y los truenos estruendosos, no habían opacado el llanto de la recién nacida esa noche. Katniss Everdeen creía que aquella criaturita sería el arcoíris después de la tormenta, pero no se imaginaba que peores tormenta...