Promesas Perdidas ~ Christopher Vélez •TERMINADA•

Capítulo 6

Narra tn:
Otro día escuchando gritos en casa, creo que hoy papá volvió a robarle dinero a mamá para drogarse o qué se yo. Menos mal mi hermana se quedó hoy en casa de una amiguita. Salgo por la ventana de mi habitación y bajo por el árbol, todos me regañan porque hago esto pero la verdad nunca me a dado miedo y es mi único escape. Camino hasta una banca del parque y pienso en si debo llamar a Christopher, hace días que me evita y se la pasa pegado a su novia la cual no me agrada.
-¿Tn?- levanto la mirada y es Christian- que sorpresa encontrarte por aquí y tan tarde.
-Solo necesitaba salir a tomar aire.
-¿Problemas en casa o en tu corazón?- me pregunta mientras enciende un cigarrillo.
-Ambas- sonrío avergonzada.
-Andamos mal mija, aunque te entiendo- sonríe quitándole importancia- no sabía que tenías problemas en tu familia, parecen... perfectos.
-Las apariencias engañan... ¿y tú qué haces por aquí a esta hora?
-Problemas en casa también- se queda en silencio y lo sigo mirando para que me cuente más, rueda los ojos y suspira- soy la oveja negra de la familia y discutí con mi padre, digamos que también necesitaba tomar aire.
-Nunca eh visto a tu padre- le comento y él asiente- y eso que éramos vecinos antes de que te mudaras a la otra calle.
-Te contaré un secreto... ¿puedo confiar en tí?- asiento de inmediato, soy muy buena guardando secretos- mi padre es de la brigada de investigaciones federales y generalmente trabaja de encubierto en otras ciudades, es por eso que viene muy poco y cuando lo hace solo discutimos.
-Wow, eso está cool- digo sorprendida.
-No es muy cool cuando tu padre se cree perfecto y quiere obligarte a hacer lo mismo que él- dice Christian a la defensiva.
-¿Te imaginas estar en una misión imposible- pongo mis manos como pistola y tarareo la canción de la película- y atrapar delincuentes?
-Según mi padre yo soy el delincuente.
-No creo que seas un delincuente, solo dejas ver el chico malote que llevas dentro fumando donde se te antoje, pero creo que eres un buen chico y solo te falta creer más en tí- comienzo a ponerme nerviosa por su mirada- ¿porqué me miras así?
-Nunca nadie había creído en mí... Gracias bonita.